Confieso que no había escuchado nunca lo de padre helicóptero hasta que un amigo me definió justo a otro padre cuyo hijo acababa de sufrir un accidente: «Es increíble que le haya pasado justo a él, que es todo un padre helicóptero». Eso me pasa por haber decidido en su día leer poco sobre educación de los hijos.
Pues bien, resulta que hay varios tipos de padres helicóptero: de combate, de tráfico y de rescate y que el asunto suscita bastante controversia.
Si usted tiene alguna amistad que da clases en una universidad y cuenta escandalizado cómo hay algunos padres o madres que acuden a la revisión de examen de su hijo sepa que esos especímenes ejercen la paternidad helicóptera. En EEUU ha llegado hasta tal punto que en muchas universidades hay ya equipos que se encargan de decirle a los padres que ya está, que ya se pueden ir a casa y dejar al chico o a la chica tranquilo en la habitación del colegio mayor. Les pasa a Phil y Claire Dunphy, de Modern Family, cuando dejan a la mayor en la universidad: casi hay que echarles de allí, llorosos. Y eso que Phil va de padre enrollado, como explica aquí:
Al final helicóptero parecer ser todo aquel cuya vida gira alrededor de la de sus hijos. Los niños han pasado a ser algo de lo que no convenía saber mucho: «Los niños que no molesten. Los niños no se meten en conversaciones de adultos. Me parece un horror ir a un restaurante con los niños» –alguna de esas frases tienen sentido ahora también y en determinadas circunstancias– a que de repente te puedes encontrar a grupos de padres del mismo colegio de sus hijos de excursión de fin de semana. Y ahora es el momento en el que los que hemos llegado a los 40 nos preguntamos: ¿Cuándo fueron nuestros padres al colegio? ¿Qué sabían nuestros padres de los padres de nuestros amigos? No, no eran padres helicóptero.
Tampoco nuestras madres eran tigres. Sí, de ese tipo había leído. Me enteré de la polémica suscitada por el libro de Amy Chua, la profesora de Yale que escribió sobre las exigencias que le sometieron a ella sus padres y a las que ha sometido a sus hijas. Amy Chua en su página se queja de que no se le entendió, de que parte era una parodia y de que, por supuesto, si tiene que elegir entre éxito y felicidad para sus hijos no dudaría en escoger lo primero.
«Se trata de creer en tu hijo más que nadie, más incluso que ellos mismos y ayudarles a darse cuenta del potencial que tienen, independientemente de cuál sea». Explicado así, podría ser esta la filosofía de algunos padres Smartick: velar por la felicidad y, a la vez, por el potencial de sus hijos. Por eso nuestras sesiones son cortas, por eso no les cansamos con idas y llevadas a ningún sitio, por eso luego tienen de recompensa jugar en su mundo virtual donde ven los incentivos conseguidos. Eso no nos convierte en padres o madres helicóptero ni en tigres en su versión parodia. No vamos a hacer nunca como aquellos padres que salían en los Diarios de Nanny que ponían a su hijo a leer el Wall Street Journal con cuatro años para que entrara en la guardería más selecta del barrio.
Pero algunos sí intentamos leer a nuestros hijos cuando no saben. Porque es un gustazo y porque les viene bien. Pero somos como muchas malas madres que se agrupan en el club de ese nombre y no lo hacemos si estamos cansados o si no estamos de humor. Aunque no es lo ideal, por no despistar a los niños, también puede ser normal que un día seamos un poco helicópteros y otro día tigres y el siguiente queramos ser el padre o la madre enrollada, tipo Phil Dunphy.
Lo bueno de Smartick es que no tiene humor ni se cansa. Está ahí siempre y nos manda luego el informe de cómo lo han hecho. Porque el tiempo es muy valioso con la vida que llevamos. Hay padres que sin saber los cálculos matemáticos que hay detrás de esta operación han sido prácticos y creativos hasta llegar a este método de hacer la coleta a sus hijas. Padre aspiradora. También existen, ¿eh? ¿Quién no se ha comido los restos de las cenas de los niños?
En esta infografía hemos querido resumir la tipología de padres y madres que se dan en la actualidad:
Para seguir aprendiendo:
- ¿Cómo combatir el hiperparentismo?
- «Tiene talento matemático. En el colegio se aburría porque podía hacer mucho más»
- Feliz Día del Padre Smartick
- Padres Smartick que se ocupan de las matemáticas de sus hijos
- ¿Qué opinas de la guerra de los deberes?
Buenas tardes!
Hemos visto vuestra web y hemos pensado que os interesaría conocer nuestro Centros Genios. Sobre todo porque hemos visto que hace poco escribir un post hablando de los distintos métodos que exiten como Aloha, Kumon.. Y creo que te podría interesar esto 🙂
Somos centros educativos tecnológicos basados en la enseñanza a través de las inteligencias múltiples de Howard Gardner. Se centra en metodologías de aprendizaje activo y en la enseñanza personalizada de cada alumno. Disponemos de cinco métodos innovadores en la educación con programaciones propias para el desarrollo integral de las capacidades cognitivas de los niños. Pero en vez de contarte todo te animo a que entres en la web http://www.centrosgenios.com y te informes de todo lo que hacemos.
Por otro lado, nos gustaría que te pusieras en contacto con nosotros a través de «[email protected]» para poder comentarte algo.
Un saludo y gracias!
Muy de acuerdo contigo Lucy. Pero no sé qué va antes, si esos padres/madres que quieren estar todo el día encima de los niños o los colegios que lo exigen. Porque en el colegio de mis hijos, que para nada nos pasan demasiado la pelota a los padres, me da la sensación de que hay muchos que estarían deseando que nos convocaran más. Pero claro, para eso tenemos ya los grupos de whatsapp 😉
Muy bueno.
El problema está también en los colegios que exigen más que nunca que los padres están «allí» todo el tiempo con reuniones interminables y sin llegar a ningún objetivo, citándonos ante el menor fallo, enviándonos las tareas y reclamando constantemente que las hagamos con los niños. Dejándonos actividades para las vacaciones (¿en serio?).
Les están quitando a los niños la oportunidad de ser niños y a la vez de ser responsables. Me pasa, soy el bicho raro y mala madre que dejo que mis hijos se equivoquen que no voy al colegio constantemente, que no ando pendiente hasta del uniforme, que no les pido que sean los primeros en su clase, que no hago todas las tareas con ellos y que no exijo que estudien sino que aprendan…y lo peor de todo es que no sólo pasa con el nivel primario si no también el secundario (lo que ya es el colmo).
Como docente y futura mamá son cosas que uno se cuestiona y medita. No quiero caer en esos errores.
Muy acertado el texto y genial la infografía.
El tiempo que los padres debemos dedicarle a nuestros hijos y el enseñarles a ser autónomos, tropezando y levantándose en el camino de la vida, es el mejor de los regalos que se le puede dar a un hijo. Un saludo!
Dar amor,no significa sobreproteger.
Bufff, sí que me pregunto por qué esa manía de juntarse entre padres que no tienen nada más en común que niños en la misma clase. No me hace gracia, ahí no me sumo.
Muy ingeniosa la técnica del padre para hacer coletas 🙂
Me parece muy acertado.
Yo he explicado en numerosas ocasiones las sakidas profesionales de Master de Comunicacion a madres y padres de licenciados para que decidan el mejor para sus hijos.
Incluso he atendido una llamada de una madre contando las bondades de su hija periodista y su perfil ideal para un puesto, antes de una entrevista (para allanar el terreno).