“No mandemos deberes a los niños porque podemos perjudicarles”. Últimamente, esta es una de las frases más famosas en el panorama educativo. Pero, ¿qué sabemos sobre la eficacia o ineficacia de los deberes escolares?
Parece que no tenemos muchos datos, pero algunos sí, y muy importantes. Gracias al estudio de Higgins en 2012, sabemos cuál es el impacto y el coste de los deberes. Y la respuesta es que tienen un impacto moderado pero relevante a un coste nulo. ¿Qué más conclusiones tenemos? Que los colegios que mandan deberes tienden a ser más exitosos en rendimiento académico, y que las actividades planificadas y concretas son más beneficiosas que las espontáneas o no organizadas.
En Smartick desde que comenzamos hemos dado pasitos en función de las evidencias que teníamos sobre cómo aprenden mejor los niños: el renkenrek para aprender a contar, el feedback inmediato para que aprendan del error, los problemas contextualizados para atraer su atención, esfuerzos cortos diarios para fomentar el hábito de estudio y así un largo etcétera.
Las evidencias sobre los deberes nos interesan muchísimo, y por eso indagamos qué puntos hay que tener en cuenta para que los 15 minutos de Smartick sean efectivos. Este estudio dice:
- Actividades planificadas y concretas.
- El objetivo de los deberes ha de explicitarse.
- Los alumnos deben recibir respuesta sobre su desempeño en los deberes de manera específica.
- Una variedad de tareas con diferentes niveles de reto es beneficioso.
- El número de horas óptimo en Primaria ha de ser inferior a 2 horas.
“Pero es que obligar a los niños a hacer deberes todas las tardes es robarles su infancia, su desarrollo en otras áreas…”. Sobre la felicidad de los niños que estudian mucho ya hemos hablado, y hemos visto que no hay nada que apunte a que los niños chinos son menos felices, o por ejemplo, los niños finlandeses están igual de estresados según la OCDE que los nuestros, a pesar de que ellos no hacen deberes.
Como ya han dicho otros, lo que se esconde tras estas objeciones para no mandar deberes es una búsqueda por la igualdad de resultados, ya que hay padres que ayudarán a sus hijos en casa y otros que no, y entonces surge un desfase entre los alumnos.
Nosotros no queremos igualdad de resultados, sino que cada alumno llegue al máximo de su potencial. Cada uno el suyo, un potencial que estamos convencidos es más alto del que ellos se imaginan.
No sabemos si felicidad, pero los testimonios de muchos niños nos confirman que sienten una gran satisfacción de ver resultados tras perseverar 15 minutos todos los días.
Si ahora que se acerca el verano, tú también crees que deberes, sí, pero no de cualquier forma, no dejes de probar gratis Smartick con tus hijos.
Para seguir aprendiendo:
- Autoestima buena y mala respecto a las matemáticas
- “Smartick me ayuda con los deberes de mis hijos”
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- ¿Qué opinas de la guerra de los deberes?
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