En Smartick nos encanta saber que tenemos alumnos que son hijos de profesores, porque entendemos que ellos valoran como los que más el trabajo que hay detrás del método y nuestra insistencia en lo bueno que es fomentar los hábitos, el esfuerzo y la constancia en los niños. Además, se sienten especialmente cómodos con las matemáticas y saben de su importancia. Así que estuvimos encantados hablando con Carmen, profesora en Burgos en un colegio público que defiende a capa y espada.
¿Cómo conociste Smartick?
Creo que fue porque lo vi en un reportaje de un telediario. Mi hija mayor era demasiado pequeña pero yo llevo siempre una libretita donde apunto las cosas interesantes que veo. Y allí apunté a Smartick, para cuando creciera. Cuando Claudia empezó en primaria yo no la veía muy suelta en matemáticas. En lectura, sí, pero no tanto en matemáticas. Le quise dar un empujón. Conocía Kumon pero no me convencía porque lo veía demasiado mecánico, aquellos cuadernillos me recordaban a cuando me ponían de pequeña con los cuadernillos Rubio de ortografía, me sonaba a años 80 y lo descarté. Tampoco me convencía el ábaco de Aloha. Además, teníamos ya dos extraescolares y no me apetecía que saliera otra tarde más de casa. Así que, Smartick, desde la tablet, me parecía perfecto. Y el periodo de prueba gratuito, porque te da tiempo a hacerte una idea de cómo funciona. Y el mundo virtual me pareció muy motivador.
¿Has conseguido que sea una rutina en casa?
Es que casi me lo piden ellos como premio. El pequeño lleva desde agosto y, en realidad, ya llevaba dos años deseando estar en primero para poder hacerlo, contando los días. A finales de agosto estábamos ya en casa de vuelta de vacaciones y me decía “Aquí sí hay wi-fi, por fa” para que le apuntara ya. Están muy motivados.
¿Les motivas con alguna recompensa extra?
No, claro que no. Nosotros no educamos así. Los niños tienen que hacer las cosas y ya está. Sacar la basura, lo que sea. No puedes estar dando premios por cosas que tienen que hacer. Pero es que a ellos les gusta hacer Smartick.
Tú eres profesora, ¿cómo has vivido el debate sobre los deberes?
Mis hijos han hecho tarea todo el verano. El pequeño quería hacerlo porque lo hacía su hermana. Es que tiene que ser así. Yo se lo explico a mis alumnos hablando de fútbol. Les pregunto que si el entrenador les deja jugar los sábados si no han ido al entrenamiento durante la semana. Pues que con el colegio es igual. Hay que practicar un poco en casa. Que no se trata de ponerles a hacer 200 oraciones, porque la primera que me aburro soy yo. Pero tienen que hacer deberes. Estamos metiendo a los niños en una burbuja y no tienen capacidad de frustración. Lo vemos a diario, cuando en los partidos son los padres los que se enfadan con el árbitro, con el entrenador…Cuando se cuestiona a los profesores.
¿Por qué crees que son tan importantes las matemáticas?
Es que son todo en el día a día. Las necesitas para comprar, para medir el tiempo, por la lógica, que me encanta de Smartick.
La lógica les suele gustar mucho a los niños…
Sí, a los míos les encanta. Nunca ponen pegas, la verdad. Y les gusta mucho las competiciones del mundo virtual.
Cuando dices que tus hijos hacen matemáticas extra en casa, pagando algo en internet que no es barato, ¿te miran raro?
Por lo general, me escuchan, que no es poco. Lo he recomendado a mis sobrinos, que lo hacen. Les gusta a mis padres, cuando se quedan con los niños, que me piden bajar la aplicación en sus Tablet para que lo puedan seguir haciendo. Tengo amigas, sin hijos, que un fin de semana, cuando mis hijos lo hicieron, me dijeron: “¿También en fin de semana?”, pero cuando vieron cómo lo hacían, lo entendieron. Lo tienen interiorizado como una rutina maravillosa. Es como un juego para aprender.
¿No fuiste un poco escéptica al principio con eso de que fuera por internet?
No. Vivimos en esta era, tienen que estar preparados para el mundo en el que vivimos. Pero es que detrás hay un equipo. Cada vez que he llamado se me ha escuchado muy bien, me siento muy bien tratada. Es básico para Smartick tener ese equipazo de atención a los clientes.
Para seguir aprendiendo:
- «Me recomendaron Smartick para mejorar la atención de mi hijo»
- «Quise Smartick para reforzar los deberes del colegio»
- Loubna, una niña Síndrome de Down y sus aciertos en Smartick
- “El rugby y Smartick han hecho a Santiago un tío grande”
- “Smartick me interesó por ser online, desde casa”