La dislexia en niños es un trastorno del aprendizaje que afecta la capacidad de leer, escribir y comprender textos. Es importante comprender que la dislexia no está relacionada con la inteligencia, ya que los niños que la padecen pueden tener un coeficiente intelectual normal o incluso superior. Sin embargo, su dificultad para procesar y reconocer los símbolos y las letras puede dificultar su desempeño académico.
El diagnóstico temprano de la dislexia en niños es crucial, ya que permite implementar estrategias y apoyos educativos específicos para ayudar al niño a superar las dificultades. Estas estrategias pueden incluir programas de intervención especializados, adaptaciones en el entorno escolar y técnicas de enseñanza que se ajusten a las necesidades individuales del niño.
Alberto lleva haciendo Smartick año y medio. Empezó en el verano de 2016, en plenas vacaciones, cuando otros niños no se plantean hacer nada. Pero este niño malagueño tiene una madre que sabe del valor de enseñarles la constancia y el esfuerzo. Y eso que a Alberto le costaba. Le cuesta un poco más. Tiene dislexia. Tardaron en detectarle que tenía esa dificultad de aprendizaje. Al principio, le dijeron ya en infantil que coloreaba mal y luego, cuando lo demás le empezaba a costar un poco más que a los demás, lo achacaron a otros problemas. “Pero acabamos yendo al logopeda. Me explicaron que era dislexia y lo dije en el colegio. Es un poco triste que, todavía, muchos profesores desconozcan en qué consiste la dislexia”, se lamenta Toñi, que ha sabido cómo animar a Alberto, este año en 1º de la ESO.
“Cuando cogió Smartick estaba suspenso en matemáticas y ahora está aprobado”, explica esta madre que, de vez en cuando, echa mano de charlas motivacionales para que sigan haciendo sus sesiones con ganas. “Al principio era una maravilla, pedía en el pozo de los deseos poder hacerlo más de una vez al día. Y cosas para el avatar y decorar la habitación”, explica.
En Smartick sabemos que, en el caso de algunos niños, después viene el valle de motivación que es saber que son matemáticas extra que no hacen todos los niños. El valle se supera con charlas como las que da Toñi, que no perdona un día de Smartick. Y, sobre todo, cuando los niños ven resultados en el colegio, poder aprobar en el caso de Alberto.
“Para hacerlo bien noto que tiene que estar muy motivado, para que se concentre totalmente. Me doy cuenta los días que lo hace agobiado”, explica Toñi y es que, aunque intentamos mantener a los niños en el máximo nivel de motivación, hay días que no podemos controlar todos los factores humanos. Por eso es bueno entrar en la web de padres y comprobar si el niño ha tardado más o menos o se le ha ido un poco el santo al cielo.
Alberto nunca se ha quejado de que no le gustaran las matemáticas, al contrario, según su madre. Pero suspendía. Y se esforzaba. La rutina de Smartick, ponerle justo en el nivel que necesita, y una madre que está muy pendiente de que lo haga, han conseguido que apruebe. Precisamente empezó a hacer Smartick cuando estaba un poco decepcionado, porque le gustaban y suspendía. “Se distrae con una mosca”, dice la madre. Por eso es importante que Smartick sea una sesión totalmente cerrada, de 15 minutos, y con refuerzos positivos para mantener a los niños atentos y concentrados.
Juan, el hermano pequeño de Alberto, “llegó el otro día con el primer diez de su vida y fue en matemáticas”. Nos dejó un mensaje muy contento, informándonos orgulloso de su nota. Más que merecida. Adrián, el tercer hermano, también lo hace todos los días y está sacando muy buenas notas.
Los tres tienen una hora fija para hacer sus sesiones: “Lo hacen nada más llegar del colegio, mientras yo caliento la comida. Salimos de casa muy pronto por la mañana y lo acaban justo antes de comer para saber que ya se han quitado un deber, que es Smartick. Sí que veo la diferencia dependiendo de la hora que lo hagan. Si lo hacen más tarde, cuando están cansados, se nota. Los fines de semana saben que lo hacen justo después de desayunar, que no hacen nada hasta que no hagan Smartick”. “Muchas veces cuando me levanto ya lo han terminado”, explica.
Lo han llegado a hacer en un camping, de vacaciones. “Saben que es algo que se tiene que hacer”, dice Toñi.
Nos encanta saber de la evolución de los tres. Pero el aprobado de Alberto nos sabe a gloria. Pocas cosas animan más a este equipo que conocer historias como la suya, saber que estamos ayudando a niños que podrían estar condenados a un suspenso. Seguid así, cracks.
Para seguir aprendiendo:
- «Cuando mi hija comenzó con Smartick empezaron a subir las notas»
- «Me recomendaron Smartick para mejorar la atención de mi hijo»
- «Los niños que hacen Smartick son conscientes de la importancia de las matemáticas»
- La niña de 10 en matemáticas y una enorme fuerza de voluntad
- Alegría de fin de curso: el equipo Smartick de Nena Paine
Me encanta esta aplicación es muy útil y muy cómoda.
Gracias a esta aplicación me entran ganas de poder trabajar con las mates .
ES MUY DIVERTIDA.
me encanta
Extraordinaria noticia por la capacidad de un chico para saber que nadie regala nada. Se esforzó ,con la ayuda de un programa novedoso y eficaz, y ha superado retos que otros ,sin esfuerzo y constancia no consiguen. Enhorabuena.