El último informe del Banco Mundial sobre la educación en el mundo deja claro lo que aún queda por hacer y la disparidad de los rendimientos académicos entre países.
El diagnóstico es demoledor, hasta el punto de hablar de “crisis global de aprendizaje”. El mundo es ese sitio en el que en Corea del Sur hay toque de queda para cerrar las academias de clases particulares a las once de la noche y dónde millones de niños del África subsahariana están yendo al colegio pero aprendiendo poco.
Es justo eso lo que resalta el informe de los expertos: que no es lo mismo estar sentado en un aula que aprendiendo, sobre todo en países con una tasa de absentismo del profesorado muy alta. Se resalta en él la injusticia social que supone este crisis de aprendizaje que, como hemos leído en ocasiones, también afecta a colegios de barriadas marginales de Occidente: la educación falla a quien más la necesita, a los que no tienen padres que le lean cuentos por la noche, que se hayan convertido en agendas culturales, que les puedan explicar a sus hijos las dudas de matemáticas, que le compren los libros que quieran. A ellos, a los que fían en los colegios y en la educación la posibilidad de escapar a una situación precaria.
Además, hay 260 millones de niños en el mundo, todavía, que no están matriculados en educación primaria, por conflictos, por sufrir alguna discapacidad, por diversos motivos. Por supuesto que es mucho menos que hace décadas, pero eso significa que a la vez que se habla de la revolución de la inteligencia artificial, todavía hay muchos niños en riesgo de no saber leer, escribir o hacer operaciones básicas de matemáticas. Es sólo por añadir un poco de perspectiva a nuestros problemas.
La primera recomendación que hace el informe es que se evalúen los sistemas educativos, para poder ver qué falla, donde hay que mejorar, para establecer prioridades. Y, si no se hace, es por motivos “técnicos y políticos”, según el informe. Hay que tener valentía para ser político y que saquen los colores del sistema educativo, pero es así como se avanza.
En muchos de esos países, según el informe, sólo 1 de cada 3 niños acaba la enseñanza secundaria. Hablar de ir a la universidad sigue siendo un sueño, fundamentalmente en el África subsahariana. En esos países, menos del 25% de los niños que acaban primaria tienen un buen desempeño en matemáticas y lectura. Y, dentro de los países más pobres, las diferencias entre ricos y pobres se disparan.
Lo primero, según el informe, es asegurarse de que los niños están bien alimentados y con los cuidados básicos cubiertos y cita como ejemplo de haber atacado el problema a Chile. Es descorazonador saber, por estos datos, que en los países más pobres, uno de cada tres niños presenta un retraso de crecimiento debido a la malnutrición crónica.
También es clave ofrecer clases de apoyo y refuerzo en cuanto se detecten que hay niños a los que le vendrían muy bien. Ese es uno de los factores clave del sistema finlandés que cuesta mucho copiar con agilidad en otros países. De hecho, esa fue una de las razones por las que nos animamos a fundar Smartick, para que los padres tuvieran un recurso a mano e inmediato de refuerzo escolar de las matemáticas, a un precio más competitivo que cualquier clase particular. Que, en cuanto vieran que los niños necesitaban ayuda con las matemáticas, nos tuvieran a mano.
En el informe, se cita de nuevo a Chile y también a Perú como países que han puesto a la educación en el centro de la agenda política y se está notando. Tenemos que decir, con satisfacción, que nosotros también tenemos cada vez a más familias de allí que apuestan por Smartick como el mejor entrenador de matemáticas de sus hijos.
Mientras, en África, el organismo internacional está apoyando una iniciativa muy revolucionaria en Liberia de la que escribiremos otro día: confiar la enseñanza a cadenas privadas que se comprometen a dar alta calidad educativa a precio low cost. Empezaron cuando el ébola todavía hacía de las suyas. Sus problemas. Nuestros problemas. El mundo.
Para seguir aprendiendo:
- «Veo bien que Smartick les ayude a tener confianza con las matemáticas»
- Los deberes del niño filipino en la acera
- “Smartick es una de las mejores inversiones que hemos hecho”
- Las matemáticas, vacuna contra el paro
- Razones para el optimismo. O no.
Estupenda entrada tocando varias ramas (además de las que aparecen en los árboles) Geología, fotografía, historia, geografía, matemáticas con las medidas y un poquito de hábitos higiénicos con la ducha final que no te permitía avanzar. Saludos.
Hola
Me gustaría saber precios de smartick para mi hijo de 4to. Primaria
Gracias
Hola Claudia:
El precio es independiente de la edad y el curso. Depende del número de niños que apuntes, la duración de la suscripción (mensual, trimestral o anual) y de la divisa con la que pagues, estamos en muchos países.
Te recomiendo que realices el registro y disfrutes de los días gratuitos de prueba sin ningún tipo de compromiso. En la web de padres, a la que accedes con tu correo electrónico de registro y contraseña, tienes acceso a las tarifas que aplican en tu caso.
Si tienes cualquier consulta adicional, puedes ponerte en contacto con mis compañeras de atención al cliente en [email protected]
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