María tiene diez años y lleva con nosotros dos, haciendo Smartick casi a diario (maravillosa asistencia del 95%). Los contenidos en los que trabaja están muy ajustados a su edad y su curso. Vive en México y nos hemos puesto en contacto con su madre, Lourdes, porque nos encanta saber más de familias así, capaces de perseverar, de animar a sus hijos a que vayan un pasó más. Felices de que nos hayan contestado a estas preguntas.
¿Cómo conoció Smartick?
Nos lo recomendó el doctor Nacho Calderón con quien llevo a María para el programa de terapias que sigue.
¿Por qué pensó que Smartick sería bueno para María?
Se hace desde casa, a cualquier hora, la sesión dura poco y es muy interactivo. Los ejercicios muy variados y van avanzando a su ritmo.
¿Cómo nota que avanza? ¿Qué le dicen en la escuela?
María tiene Síndrome Down pero Smartick le ha servido para ir más al parejo que sus compañeros de clase.
¿Cómo consigue mantenerla motivada?
Le ponemos mensajes de autoestima y le ofrecemos recompensas cuando alcanza cierto número de tics. Cuando programamos una salida, le encanta saberlo y lo hace mejor.
Cuando en su entorno dicen que María está haciendo matemáticas extra, ¿entienden que es perfecto para completar su formación o les parece que es demasiado?
Se entiende que María necesita de apoyo adicional.
¿Han conseguido que Smartick se haga como una rutina en casa?
Smartick es parte de su sesión de terapia y ella sabe que lo tiene que hacer.
¿Qué es lo que más le gusta a María de Smartick?
Que después de hacerlo, si lo hizo bien y hay tiempo, puede meterse al mundo virtual y vestir a su avatar, comprar mascotas o jugar.
¿Nota que tiene más confianza en sí misma?
La verdad es que María es una niña con alta autoestima y autoconfianza pero cuando dice que no puede se cierra a intentar.
Si pudiera cambiar algo o ampliarlo en Smartick, ¿Qué sería?
Las imágenes de “hoy me siento: muy triste, triste, normal o contenta “ de inicio de la sesión; pondría otras como cansada, enferma, enojada, emocionada, contenta pues muchas veces del estado anímico depende la evolución de la sesión. Y lo que me gusta mucho de Smartick es que en el momento que externé una inquietud, se pusieron en comunicación conmigo y estuvimos platicando para adecuarnos a María y sus necesidades y modificaron para retomar o reforzar donde se había atorado. Atención, amabilidad y disposición tuvieron.
Para seguir aprendiendo:
- “El rugby y Smartick han hecho a Santiago un tío grande”
- “Le dijeron que no comprendería la decena, ahora le encanta el cálculo”
- «Creo que Smartick complementa lo que hacen en el colegio»
- “Me divierte cuando hay problemas de pensar mucho”
- «Me recomendaron Smartick para mejorar la atención de mi hijo»