La campaña electoral se ha acabado y no, no hemos escuchado a nadie explicítamente decir que hay que mejorar la enseñanza de las matemáticas, pero para eso estamos nosotros, ¿no? Y ahora con los resultados, las mates vienen muy bien para entender algo que se ha convertido en la eterna polémica postelectoral: la ley D´Hont. Los números de los escaños son el trazo grueso del resultado electoral, pero luego hay que fijarse en otras cosas: ¿Cuánto le cuesta un escaño a cada formación? ¿Por qué a los grandes y a los pequeños en el País Vasco y en Cataluña salen beneficiados? Pues por algo que tiene que ver con las matemáticas, la susodicha ley D´Hont, una de las fórmulas más usadas en los sistemas proporcionales como el español. O sea, aquí no hablamos de un hombre un voto. No. En este ejemplo queda muy claro cómo se hace.
Es decir, cuando nuestros niños o nosotros mismos con ellos, estemos hablando de divisiones, cocientes y restos ya sabemos cómo funcionar esto en política y lo vital o no que puede resultar para determinados partidos. Ya hay analistas que vaticinan que este sistema será modificado dadas las protestas cada vez más significativas. Puede que caiga D´Hont, abogado y matemático belga, pero lo que es seguro que habrá que echar mano de otra fórmula matemática para organizar el juego serio de la democracia. Lo que me lleva a pensar que, ciudadanos mejor formados en matemáticas, serán también ciudadanos más exigentes con sus sistemas políticos y los representantes que salgan de ellos.
Para seguir aprendiendo:
- Las matemáticas de la campaña electoral
- Nuestro programa electoral: mejorar las matemáticas
- Las matemáticas en la vuelta al cole
- Queremos poner la Educación en el centro del debate
- Debacle matemática y solución
- Tecnología en la educación escolar. Riesgos y beneficios - 31/08/2023
- Frustración y fracaso como instrumentos educativos - 13/04/2016
- Aquella sudadera del MIT y ahora Smartick - 17/11/2015