Enrique, padre de dos niños Smartick
Decidieron contratar el método Smartick en verano de 2016. Pensaban que las vacaciones eran demasiado largas para que su hijo Martín estuviera sin esforzarse en aprender. «La ‘vuelta al cole’ le supondría empezar desde un nivel muy abajo. Era importante tener una continuidad entre un curso y otro».
Durante ese periodo estival descubrieron que las matemáticas atraían al pequeño y le apetecía realizar su sesión de 15 minutos. El momento clave fue cuando empezó a hacerlo prácticamente a diario al volver a la rutina escolar, tras salir de clase. «Empezó a notar que había cosas que le retaban, le exigían un poquito más de esfuerzo y cuando las conseguía se sentía muy satisfecho».
A día de hoy, Martín está entre los primeros de su clase en matemáticas. «Él dice que hay dos o tres compañeros muy buenos, pero que está entre los mejores y esta haciéndolo bien», afirma su padre.
Enrique habla de Smartick con otros padres, les explica que se adapta al aprendizaje de cada niño. Les cuenta que permite generar rutinas, hábitos y que adquieran responsabilidades y compromisos. «A todos les parece una gran idea, una manera de educar a sus hijos y apuntan el nombre».
Está convencido de que además de aprender matemáticas, trabajar el hábito de estudio y la tolerancia de la frustración también es importante. Smartick ayuda a transmitir a los hijos una manera de afrontar la vida, mostrar que el esfuerzo importa y que tienen resultados. «Los errores no son el problema, el problema es no querer superarlos», un aspecto que no valora demasiado nuestra sociedad. Impera el «todo ya, todo fácil, todo es juego» Y esto se traduce en una falta de compromiso enorme, frustración y desapetencia por las cosas.
Para Enrique Smartick es «una manera de aprender, de crecer, de comportarse, pero no tiene nada que ver con un juego». Sus hijos tampoco lo ven como un juego, aunque disfruten aprendiendo matemáticas. Les parece muy divertido que su padre sepa, casi en tiempo real, si han realizado su sesión y cómo les ha ido. «Cuando yo llego ellos interactúan conmigo y se genera una conversación en torno a la sesión».
A su juicio “Smartick es aprendizaje, altísima calidad a un precio absolutamente razonable”.
Para seguir aprendiendo:
- Problemas de enunciados en Smartick
- “Me divierte cuando hay problemas de pensar mucho”
- Smartick nos ha mostrado las capacidades y potencialidades de nuestros hijos
- Aprender matemáticas jugando
- Feliz Día del Padre Smartick