Los deberes en casa son un pilar del sistema educativo en España. Muchos defienden que los deberes refuerzan lo aprendido en clase, que ayudan a crear hábitos de trabajo y disciplina y que refuerzan la concentración y la memoria. Es una labor y una responsabilidad de los hijos, pero los padres también cumplen un papel: el de vigilar, apoyar y seguir que los niños cumplan las tareas y resolver sus dudas, pero nunca, nunca hacerles los deberes.
La realidad es que según la Encuesta sobre los Hábitos de Estudio de los Niños Españoles realizada por TNS Demoscopia, el 80% de los alumnos de primaria y el 45% de los de secundaria recibe ayuda con sus tareas en casa. Algo que a muchos padres de hoy nos resulta sorprendente. Cuando echas la vista atrás a tú etapa colegial y lo comentas con otros padres de tú misma generación (nacidos en los años 60 y 70) la inmensa mayoría afirma “A mí nunca me ayudaron mis padres a hacer los deberes”.
Como se afirma en el artículo que publicaba El País sobre este tema “Los padres empezaron a involucrarse en las tareas de sus hijos hace más de una década. No solo por las medidas de conciliación familiar, también porque los padres de ahora tienen al menos estudios medios, algo de lo que no disfrutaron las generaciones anteriores”, explica la pedagoga Maite Rodríguez Estévez. “Eso ha hecho que la relación padre-hijo se escolarice. Lo que importa son los resultados académicos. Todo gira alrededor de esa necesidad y se ha olvidado el inculcar valores, el juego, la responsabilidad… No hay tiempo para otras cosas en las horas que pasan juntos”.
Pero implicarse no puede significar hacerle los deberes al alumno. “El padre se tiene que poner en la posición del entrenador. Un entrenador no corre con el jugador ni tiene que comer las mismas calorías, ni, por supuesto, sufrir sus lesiones. Un entrenador tiene dos funciones fundamentales: organizar y asesorar con el objetivo de mejorar el rendimiento”, argumenta la psiquiatra Orlanda Varela.
Los padres y madres de todos los estratos sociales dedican varias horas diarias a ayudar a sus hijos con los deberes o a vigilar que los hagan. Una realidad que contrasta con el extendido y falso discurso de algunos de que el fracaso escolar se debe a que los padres no se preocupan de la educación de los hijos.
Muchos padres se meten en un círculo del que sienten que es difícil salir. Cada tarde revisan la agenda, les organizan por dónde empezar, resuelven cada duda etc. Esto se convierte en una sobrecarga que se une a las múltiples tareas que además tienen que hacer. A su vez, cuando intentan dejar de hacerlo se dan cuenta de que sin ellos los niños se sienten perdidos y temen entonces que el niño suspenda o que no lleve bien hechos sus deberes, por lo que siguen haciéndose cargo cada día.
Esto genera muchos momentos de tensión entre padres e hijos, además los niños se sentirán cada vez más inseguros pensando que ellos solos no son capaces de hacer las cosas, cada vez preguntaran más dudas y les será más difícil hacerse cargo de sus tareas.
Los diez errores que cometen los padres al hacer los deberes con sus hijos y las claves para solventarlos
En este artículo de ABC, Carmen Guaita, profesora y vicepresidenta del sindicato de profesores ANPE, explica los fallos más habituales y ofrece las claves para realizar con éxito estas tareas:
- Hacer los deberes en cualquier sitio, en la cocina mientras se prepara la cena; en el cuarto de estar mientras otros ven la tele… En su lugar: Procurar que el «momento deberes» sea importante para la familia: en un lugar fijo, es mejor si es su propio rincón de estudio. Si no se dispone de él, en un ambiente de silencio y trabajo general en la casa, sin distracciones, sin tele..
- Protestar como adultos sobre la cantidad o calidad de los deberes. En su lugar: Aceptar la realidad. «Los deberes son los que son y los que tocan. Si vemos que sobrepasan a nuestro hijo, debemos acudir al centro educativo para notificarlo, pero en casa se debe respetar todo lo posible la decisión del profesor. Estamos preparándoles para la vida, y en la vida habrá mucho trabajo y esfuerzo», afirma la profesora.
- Hacerlos nosotros. En su lugar: Realizar las tareas escolares de los hijos ni aumenta su capacidad de trabajo ni su disciplina, ni les hace aprender nada nuevo. «El sentido común, la gran herramienta que todos los padres tenemos aunque a veces no le hagamos caso, ya nos lo está diciendo». No hay que corregir los ejercicios en casa. El objetivo no es llevarlos perfectos, sino probar a hacerlos para ser conscientes de la dificultad. El profesor corrige mejor; hay que oírle. Aunque si es papel del padre comprobar que el alumno ha corregido los deberes en clase y se ha dado cuenta de en qué ha fallado.
- Entender los deberes solo como nuevos aprendizajes de conocimientos. En su lugar: Los deberes escolares son refuerzos para el aprendizaje y, sobre todo, una ocasión para aprender a trabajar de manera autónoma. Los padres pueden explicarles las dudas, pero mucho más razonable es ayudarles a encontrar la respuesta que buscan: en sus propios libros de texto, en internet…
- Convertir los deberes en el «momento regañina» de cada día. En su lugar: Convertir el tiempo de hacer deberes en un tiempo de paz y tranquilidad. Si el alumno tiene dificultades, puede y debe consultarlas con sus profesores al día siguiente. Es muy perjudicial crear en casa ansiedad ante lo relacionado con la escuela.
- No tomar en serio su necesidad de presencia y apoyo. En su lugar: Soltar el smartphone y estar disponibles para ellos, mirándoles y escuchándoles cuando así lo requieran.
- Imponer un control absoluto. En su lugar: «Si quieren que les tomemos la lección, debemos hacerlo. Si les ponemos nerviosos o ellos nos ponen a nosotros, es mejor confiar en su responsabilidad. Y decirles en voz alta que confiamos en ella», dice Guaita.
- Evitar el diálogo con los profesores. En su lugar: Potenciar el diálogo y la colaboración con los profesores y consultarles si hace falta alguna ayuda suplementaria.
- Permitir que afronten los deberes escolares agotados ya de tareas extraescolares. En su lugar: Las actividades extraescolares son necesarias pero no pueden ser obsesivas. Los alumnos pueden tener demasiadas modalidades: deporte, idiomas, música, ajedrez… todo a la vez. Es mejor adecuarlas a la personalidad e intereses del hijo y permitir tardes en las que solo haya que jugar en casa y estudiar.
- Ser anárquicos. En su lugar: Los deberes son, sobre todo, un aprendizaje del trabajo autónomo y la autodisciplina. Para Guaita, «les ayudamos si les animamos a establecer un tiempo mínimo y máximo, siempre a la misma hora, en el mismo sitio, siempre con el móvil apagado. Todo tiene su momento es un gran aprendizaje para un niño pero son sus padres quienes deben mostrárselo. También con el ejemplo».
Cómo organizar el tiempo de los deberes
Hay que intentar fijar una hora de comienzo y otra de finalización de las tareas. Ponerle un reloj en la mesa le ayudará a controlar el tiempo.
Debemos recordar que no es posible mantener la atención ininterrumpidamente más de 40 minutos (dependiendo de la edad los tiempos son aún más cortos). Es necesario hacer pequeños descansos de 10 -15 minutos entre diferentes actividades.
Para facilitarles las tareas y que no caigan en el desánimo, es recomendable comenzar por algo breve y sencillo y luego hacer lo menos agradable, dejando para el final lo más fácil o lo que más le guste al niño. Pasados 30 minutos es cuando los niños alcanzan su máximo rendimiento. A la hora y media, el rendimiento disminuye, y por eso ahí deberán afrontar las asignaturas más fáciles.
Hay que adaptar los tiempos de tareas a la edad del niño. Con 15 minutos es suficiente para que los más pequeños lean o ejerciten cálculos matemáticos. De 6 a 8 años: entre 30 y 40 minutos. De 8 a 10 años: una hora. A partir de esa edad: entre 60 y 90 minutos. En Bachillerato: entre dos y tres horas.
Para seguir aprendiendo:
- ¿Qué opinas de la guerra de los deberes?
- “Smartick me ayuda con los deberes de mis hijos”
- Cómo ayudar a nuestros hijos en la hora de los deberes
- ¿Deberes Smartick? ¡Sí, gracias!
- 10 consejos para que los niños hagan solos los deberes
- A estudiar también se aprende. Telva - 15/09/2013
- Alexander Calandra y la anécdota del barómetro - 07/08/2013
- Descubrir el mal de la escuela con Daniel Pennac - 22/07/2013
Muy interesante
Hace 30 años que soy profesora de lengua extranjera aquí en Gran Bretaña (con un año en España). Estoy totalmente de acuerdo con los puntos que haces en este artículo, Adriana. En mi opinión, tienes absolutamente razón y es un artículo claro, preciso y correcto. Hace años que digo las mismas cosas a los padres y a los alumnos. Muchísimas gracias. (Perdona los errores del español!)
No estoy de acuerdo que los padres deben involucrarse en deberes y las razones porque antes no se involucraban. Mis padres tenían los dos titulo universitario, pero era la maestra que insistía y se aseguraba que los estudiantes nos encargábamos 100% de las deberes. Mis padres ni sabían mis deberes ni participaban en ellas, nunca. Y los resultados eran muy buenos. Así se aprende la responsabilidad y autoestima en sus habilidades. Los padres ya tienen suficientes tareas y es mejor que pasen un tiempo de calidad con sus hijos, en vez de con deberes.
Creo que eso es un fallo de sistema escolar y uno de razones de alto nivel de fracaso escolar – agobio de demasiadas deberes y falta de responsabilidad de alumno
Totalmente de acuerdo. Mis padres eran profesores y nunca me ayudaron en nada relacionado con la escuela. Solían decir que «cada uno tiene su tarea» y, como tal, «cada uno debe ser responsable de lo que hace o no hace». Ellos daban clase todos los dias, pero luego en casa tenían que preparar lo del dia siguiente (como para ocuparse tambien de lo mio!). Tanto mi hermano como yo sacamos todo sin problema y por supuesto hoy no damos crédito con esta oleada de sobre-preocupación de deberes escolares por parte de los padres. No me extraña que haya salido un movimiento de padres exigiendo el «NO a los deberes» con excusas tan peregrinas como que «los niños tienen derecho a jugar» (obviamente, la realidad es que están hartos de hacer los deberes de sus hijos!!).
Padres de hoy, por favor, NO hagan los deberes de sus hijos!!! Tienen que aprender a resolver ellos los problemas y, si no lo saben, tendrán que ir a clase para que sea el profesor el que se encargue de ello.
Grupos de Whatsapp para monitorizar lo que manda el profesor? Estamos locos o que? Acaso vuestros padres echaban un ojo a lo que teniais hace años en clase? Porque los mios me hicieron responsable de ello y no ocurrió nada malo.
Uno no es mal padre por dejar a su hijo ser responsable de una tarea totalmente asequible para el.
Y si no ponemos los medios cuanto antes, estamos creando una sociedad de futuros adultos inseguros que tendrán muchos problemas mañana a la hora de enfrentarse al mundo real….
El articulo parte de un dogma que considera incuestionable. «Los deberes en casa son un pilar del sistema educativo en España.»
La única justificación de ese dogma es que «Muchos defienden que los deberes refuerzan lo aprendido en clase, que ayudan a crear hábitos de trabajo y disciplina y que refuerzan la concentración y la memoria.»
Pero… ¿Es cierto?¿Los deberes sirven para algo?¿Tiene alguna ventaja académica realizar deberes?¿ Son útiles para crear hábitos, disciplina etc ?
Todo esto se da por hecho, se toma por una verdad incuestionable. Pero seguramente no lo sea, ya que no se ha encontrado ninguna evidencias que muestre que esto es así.
Y no sera porque no se han buscado… se han realizado cientos de estudios sobre el efecto de los deberes durante muchos décadas. Y cuando se analizan con detalle los resultados de estos estudios se ve que o bien no sirven para nada o incluso que pueden ser contraproducentes.
Recomiendo a los interesados en el tema que lean el libro:
» El mito de los deberes».
Quizás antes de preguntarnos como hacer mejor los deberes, deberíamos plantear porque debería hacer deberes.
Muy buen artículo!!!!
Excelente, muchas gracias. Una buena guía para todos los padres involucrados en la educación de nuestros hijos.
A mí no me parece mal que les pongan «ALGO » de tarea a modo recuerdo, lo que si me parece mal es que la tarea se la tenga que poner yo.
Me explico, no se si es práctica habitual del cole de mis hijos pero su tarea es…. Inventarte un problema, haz un dictado, inventarte sumas y restas.
Se piensan que mi hijo de 6 años puede inventarse un problema?
Como puede hacer un dictado si no se lo dictó yo?
Y si yo no se si son suma con llevada, sin llevada, que tipo de problemas hacen en clase, que palabras o letras hay que reforzar en el dictado?
Sinceramente no se porqué no les ponen los profes las tareas.
En mi caso no puedo dejarles hacer solos las tareas porque tengo que ponérsela yo.
Las tareas escolares son un fracaso de la educación. En el colegio deben de realizar su trabajo y fuera del mismo realizarse como personas (jugando, realizando otras actividades, etc). La educación en España adolece de otras materias necesarias como los deportes, la música, las plásticas, etc… es necesario tiempo libre y de descanso. Las tareas para casa son un fracaso y un atraso.
Mi hijo aún es muy pequeño y no tiene deberes pero no pienso dejar que haga trabajo en casa. Me parece vergonzoso que obliguemos a los niños a pasar estudiando las horas de colegios, más dos o tres horas en casa. Trabajan más que nosotros y yo no pienso permitir que el colegio mande sobre mis horas con él. No tienen derecho a organizar nuestro tiempo libre porque tampoco este tiempo sirve de mucho si las horas que están en el colegio no se usan correctamente: ¿van a aprender más en casa haciendo deberes que en las MUCHAS horas lectivas que lamentablemente ya tienen que sufrir? Me niego a permitir que mi hijo está condenado a trabajos forzados y sinceramente deberíamos plantearnos todos los padres que éste no es el camino. Hay más caminos que el repetir, repetir y repetir las cosas como burros.
estoy totalmente de acuerdo con la opinión de Cristina yo tambien soy una mama que quiero tener mas tiempo para jugar y pasar tiempo con mi hija
es una pena que ni siquiera en vacaciones les dejen ser niños (ya que les sobrecargan de tareas al menos en el colegio de mi hija) y es una pena ya
que el tiempo de niñez es muy corto.
tambien es una humilde opinion.
Completamente de acuerdo en que esa es la forma de hacer los deberes, sin embargo soy una ferviente detractora de las tareas para casa.
Los niños tienen horarios de persona adulta, que no tenían anteriores generaciones, llegando a sus casas entre las 5 y las 6 de la tarde, eso, sin contar los días en que hay actividades extra-escolares del tipo chino, violín, o encaje de bolillos (no tengo nada en contra de esas actividades en concreto, ni muchísimo menos, yo misma los llevo a violín).
Los colegios hasta las 2 no son viables para muchísimos padres con horarios de trabajo completos.
Además deben hacer sus «deberes» en casa para «reforzar lo aprendido» en jornadas de 8 horas de clase en el cole y digo yo : ¿y reforzar las relaciones con su familia?, ¿ir al parque después del cole a jugar?, ¿salir a dar un paseo con mamá y comprar pan para la cena?, pues no, no hay tiempo, y me pregunto, ¿ustedes se imaginan, que después de realizar vuestra jornada laboral, os viniera el jefe con un montón de papeles para casa y así reforzar el trabajo de la empresa?
Los niños son niños, no adultos en pequeño, y para desarrollarse necesitan muchísimo más tiempo libre del que disponen.
Es una humilde opinión, no ofensiva, espero, de una madre que quiere más tiempo libre para sus hijos.
¡Tú vs tu!
La realidad es que según la Encuesta sobre los Hábitos de Estudio de los Niños Españoles realizada por TNS Demoscopia, el 80% de los alumnos de primaria y el 45% de los de secundaria recibe ayuda con sus tareas en casa. Algo que a muchos padres de hoy nos resulta sorprendente. Cuando echas la vista atrás a tú etapa colegial y lo comentas con otros padres de tú misma generación (nacidos en los años 60 y 70) la inmensa mayoría afirma “A mí nunca me ayudaron mis padres a hacer los deberes”.
Creo que no me contradigo. Es un hecho que hoy en día la mayoría de los padres que tenemos tiempo apoyamos a nuestros hijos con sus tareas en casa. Y también es cierto que cuando nosotros eramos pequeños nuestros padres no lo hacían… No entro a valorarlo, simplemente lo expongo. Con este artículo yo solo quería llamar la atención sobre esos posibles errores que cometemos los padres a la hora de ayudar a nuestros hijos con los deberes.
Está hablando de tus faltas de ortografía, no de tu artículo
Muy buen artículo. Veo especialmente relevante que se hagan los deberes siempre en el mismo sitio y que no se convierta en el «momento regañina», para que no los asocien con algo desagradable 😉
http://hazteconellos.com/premios-que-no-gustan/
Muy buen post, Adriana.
Constato esos errores a diario. Muchos profesionales con formación en educación no tienen tan claro esos puntos como los tienes tú. Intuyo que tras esos 10 errores tan acertados hay una madre experta en horas de apoyo a hijo/a. Felicidades por el proyecto y por el post. 😉
Muchas Gracias Andreu!