A pesar de las ya comentadas ventajas que los ordenadores tienen en diversas facetas de la vida, el mal uso del ordenador y el acceso a Internet sin restricciones pueden tener serias consecuencias para los niños y adolescentes.
Una de las preocupaciones habituales a este respecto se refiere a los efectos físicos que la exposición prologada al ordenador puede tener. Cada vez es más frecuente la aparición de problemas musculares o articularios relacionados con el manejo excesivo y las malas posturas al trabajar con estos dispositivos electrónicos. Y eso por no hablar de todas las consecuencias negativas derivadas del estilo de vida sedentario.
Los videojuegos constituyen uno de los pasatiempos favoritos de los niños y adolescentes. Siempre y cuando el tiempo que pasen con los videojuegos esté controlado por los padres, y los niños lo compaginen de forma adecuada con el tiempo destinado al estudio y a otras actividades de ocio (deportes en grupo, etc.), no tiene por qué tener ningún efecto nocivo sobre el desarrollo. Sin embargo, hay que tener especial cuidado con el contenido y temática de los videojuegos a los que tienen acceso los niños.
Como ya comentamos en el post referido a la televisión, son muchos los estudios que se han realizado sobre la influencia que tienen los juegos de contenido violento (ver Shaffer y Kipp, 2010). Entre otras cosas, se ha encontrado que los niños que se exponen con frecuencia a este pasatiempo suelen mostrar más comportamientos violentos que el resto, y que la influencia negativa del contenido violento afecta más a los chicos que a las chicas, ya que los primeros se suelen identificar con los protagonistas (de género masculino la mayoría de las veces).
Algunos de los juegos más demandados hoy en día consisten en planificar y realizar actos vandálicos: atracar tiendas, matar gente, robar coches… Reforzar a los niños por su capacidad para llevar a cabo esta clase de comportamientos no es adecuado. Sin embargo, esos juegos son fácilmente accesibles y son los que más éxito tienen entre el público. Por eso, la labor de los padres en este sentido es fundamental, deben conocer el tipo de juegos que utilizan sus hijos para así poder ayudarles a reflexionar y analizarlos críticamente.
Nadie duda de las múltiples ventajas que tiene Internet y el libre acceso a la gran cantidad de contenidos que ofrece. Sin embargo, cuando los niños navegan por la red sin supervisión ni control paterno, son múltiples los peligros que pueden encontrar: falta de protección de la privacidad, suplantación de identidad, acceso a webs con contenidos poco recomendables, bullying virtual… ¿Qué pueden hacer los padres para intentar reducir al máximo los efectos negativos del uso de Internet? Los expertos sugieren lo siguiente:
- Aprender a utilizar los dispositivos tecnológicos y los recursos disponibles en la red para conocer el tipo de bloqueos y controles infantiles que permiten.
- Situar el ordenador en una zona de la casa concurrida, donde los padres siempre puedan estar observando a los niños.
- Fomentar el uso del ordenador en familia, de forma colaborativa.
- Supervisar siempre a los niños mientras utilizan el ordenador para conocer cómo manejan la red y los contenidos de las webs que visitan.
- Poner límites y normas referidas al uso del ordenador. Hay que intentar que los niños tengan tiempo para todo: para navegar por Internet, para hacer deporte, para jugar con sus amigos, para pasar tiempo realizando actividades en familia…
En definitiva, promover experiencias que permitan un uso responsable de estos recursos para que los niños puedan obtener de ellos el máximo beneficio posible.
Referencias:
Shaffer, D. R. y Kipp, K. (2010). Developmental Psychology. Childhood and adolescence (8th edition). Belmont, CA: Wadsworth Cengage learning
Para seguir aprendiendo:
- Niños y nuevas tecnologías (II): el uso del ordenador y sus ventajas para el aprendizaje
- Noticias falsas y niños. 10 pasos para ayudarlos a identificarlas
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- El desarrollo cerebral en la infancia - 11/12/2014
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