¿No han tenido nunca esa sensación? La de haber leído mucho por internet. Un picoteo permanente. Una lectura en diagonal, de comentarios, de titulares, de reportajes y ahora un par de vídeos que me manda un primo sobre la sobreexplotación pesquera, o qué decir de la charla de sir Ken Robinson sobre la creatividad en educación en TED.
Muy bien ¿y? Que me cuesta retener algo. Que le iba a decir a los niños que les iba a poner “lechuga” y les he dicho “pintura”. Que ya no me acuerdo cuándo me senté una hora seguida a leer un buen libro o un buen reportaje. Pero sí tengo la sensación de que, cuando lo hacía, retenía mejor las ideas. Debe de ser la infoxicación. Me lo dijo la neuróloga, porque acabé por ir cuando aparecieron esas palabras sin venir a cuento en frases que no las necesitaban. Me tranquilizó: ¿Le has puesto la cena a los niños después de haber entrado en Twitter, leído artículos en internet, contestado a algún comentario en Facebook y, además, haber hecho tu trabajo? Pues sí, admití. “Nada de preocupar. Está pasando”.
La infoxicación es el término molón, pero quizás deberíamos hablar de sobrecarga informativa. Aquí, Alfons Cornellá, padre del término «infoxicación», nos cuenta cómo cada vez tenemos menos tiempo para procesar todo con atención, concentrados. “Hay que diseñar instrumentos para reducir el ruido informacional y aumentar la productividad del tiempo de atención del que disponemos”, explica.
Luego está el “síndrome de atención parcial continua” definido por la pensadora de EEUU, Linda Stone. Nos pasamos todo el tiempo con el rabillo del ojo puesto en otra cosa. No hay nada más que ver cómo se cruzan hoy los pasos de peatones, con los ojos puestos en la pantalla del móvil. Lo explican bien en este reportaje de El País.
Por eso, creemos que el método Smartick es muy importante. Prestan atención a lo que deben hacer, sin distracciones. El aprendizaje no es información, necesitamos ejercitar la memoria a largo plazo, fijar los conocimientos, por eso hay quien llega a pedir que los niños no lean algo de interés con enlaces. En Smartick, tienen que atender a los números, pensar en las resoluciones de problemas, en la lógica que se les plantea. Porque la atención es algo complicado, como demuestra este video, que, sin querer infoxicarle a usted, le pediríamos que viera:
De vez en cuando, me llega algún comentario escéptico: “Hay muchos recursos de matemáticas gratuitos en la red”. No sólo hay muchos, es que los hay maravillosos. Miles de problemas de matemáticas, cientos de vídeos donde nos ilustran sobre cómo los números explican el funcionamiento del mundo, decenas de blogs donde las convierten en algo divertido. Es más, nosotros lo recomendamos, pero no habría horas en el día para verlo todo. Y, ¿tiene usted tiempo de ponerse a agrupar lo que considere los mejores recursos para las matemáticas de su hijo? Es más, ¿lo va a tener diariamente para adaptarlo a cómo los vaya resolviendo? Ese trabajo se lo damos hecho y mejorado en Smartick, donde les servimos a sus hijos una ración diaria de matemáticas elaborada con mucho esmero, tanto, que es un plato exclusivo para él. Y el del día siguiente será un poco distinto, dependiendo de cómo lo haya hecho hoy.
Porque uno de los aspectos que salen a relucir con el debate sobre la infoxicación es el “coste de oportunidad”, o sea, ¿qué podría estar haciendo usted en vez de pasarse horas –el tiempo vuela navegando— encontrando los mejores ejercicios para sus hijos? Pero es que, además, en el formato Smartick los niños se encontrarán sólo eso. Concentrados. Ejercicio a ejercicio. Mejorando su capacidad de concentración. Aquí no cabe pinchar en ese hipervínculo a ver qué es. No. Son 15 minutos intensos, donde se le lleva a su umbral de competencia. O sea, como está de moda en el mundo del coaching, donde le sacamos de su zona de confort matemática para retarle un poco todos los días.
Si usted está infoxicado o infoxicada, no se preocupe, me lo dijo la neuróloga. Sign of the times, como la canción de Prince. Pero depende de usted saber desconectar y que sus hijos usen su tiempo en internet de la manera más eficaz posible. Ese trabajo nos lo puede dejar a nosotros, en cuanto a las matemáticas. Y ya sabe, si tiene alguna sugerencia, encantados de escucharle. O leerle. Por Twitter, por Facebook, por email, por teléfono. No nos importa nada estar infoxicados con tus comentarios.
Para seguir aprendiendo:
- «Comparado con Aloha y Kumon, Smartick, desde la tablet, me pareció perfecto»
- «Smartick se refleja en sus resultados académicos»
- Matemáticas, juegos y diversión: experiencias Smartick
- “Marcos pasó de un bien a sobresaliente en un curso con Smartick”
- Aprendizaje móvil y las matemáticas
