No voy a intentar, ni de lejos, transmitirles lo que supone el trabajo de la primera mujer galardonada con la medalla Field de Matemáticas, considerada como el Nobel de Matemáticas. No tengo ni idea. Esa labor divulgadora se la dejo a la maravillosa Clara Grima. Pero sí que quiero transmitir la alegría porque haya recaído el premio en una mujer por primera vez. Cualquiera que haya ido a una facultad de matemáticas sabe que hay muchas profesoras. De hecho, en la de Clara, en Sevilla, está Isabel Fernández, la primera mujer matemática española que, hace ya cuatro años, impartió una conferencia en el congreso mundial.
Pero vamos con Maryam Mirzakhani, que así se llama la iraní que ha ganado la medalla Field que se da cada cuatro años a matemáticos menores de 40 años. En esta entrevista, la profesora de matemáticas en Stanford cuenta cómo era una niña muy lectora. Leía todo lo que caía en sus manos, sobre todo novelas. Es algo reseñable porque se abandona el mito de los matemáticos como seres extraños, solitarios, capaces solo de entender los números.
Por cierto, otro de los galardonados con la medalla, Manjul Bhargava, sí era un niño que buscaba problemas, como la fórmula para colocar mejor en pirámide las naranjas antes del zumo pero, por otra parte, era perfectamente normal: jugaba a muchos deportes y se apasionó por la música y la poesía.
Pero volvamos a Maryam. Nació en plena guerra Irak-Iran, una de tres hermanos. Conviene recordar que Irán no es Arabia Saudí en cuanto al trato de la mujer. Aunque el régimen de los ayatolás es muy mejorable en ese aspecto, es mucho mejor que la monarquía saudí. Cuenta la premiada que tuvo la suerte de hacerse una amiga pronto con sus mismos intereses. Por eso, en Smartick, nos encanta que haya un club social donde los niños vean lo que hacen sus amigos. Que sepan que no son los únicos que le dedican tiempo a las matemáticas, por si no tienen la suerte, que es lo mejor, de compartir intereses con sus compañeros de pupitre.
Cuenta Maryam en la entrevista que le debe mucho a una directora con mucha personalidad que se empeñó en darles las mismas oportunidades que a los niños. Cuantos más informes leemos sobre educación en Smartick, más convencidos estamos de la importancia de los directores de los centros.
Después, en las Olimpiadas de Matemáticas, Maryam se dio cuenta de lo que apasionaba resolver retos, algo que hizo luego en la universidad. En Harvard, ya en postgrado, cuenta cómo no dudaba en preguntar y preguntar. Cuántas víctimas han tenido las matemáticas por culpa de la vergüenza a la hora de preguntar al profesor… En Smartick, el niño puede repetir el video tutorial las veces que quiera y, si tuviera más dudas, hay todo un equipo detrás siempre dispuesto a ayudar.
La iraní tiene claro que muchos estudiantes no le dan una oportunidad a las matemáticas. Cuenta que incluso ella tuvo problemas durante dos cursos en el colegio. No le interesaban. Hasta que se emocionó de nuevo con ellas. Aconseja ser paciente: “Sólo así se llega a apreciar la belleza de las matemáticas”.
Ese es nuestro reto. En Smartick queremos más chicas encantadas con los números y, en general, que los niños aprecien las matemáticas para poder ver el mundo desde una perspectiva más amplia. Aquí estamos para subir con ellos a esa montaña.
Enhorabuena a esta joven iraní por su medalla Field. Para este equipo, ha sido una de las buenas noticias del verano. Desde nuestro pequeño rincón del mundo, también felicidades a unas universidades como las de EEUU, capaces de atraer talento de todos los países.
Para seguir aprendiendo:
- Los top models de Smartick
- 100 y 144, números relacionados con la gran Marie Curie
- Matemáticas contra los malos
- Olimpiada Iberoamericana de matemáticas. Argentina, Brasil y España, campeonas
- Problemas de matemáticas: seleccionar la información relevante