En Smartick, acabamos el curso con un envío de camisetas a esos campeones que habían hecho sus 15 minutos de matemáticas personalizadas casi todos los días desde septiembre de 2014. Nos encantó mandarlas por todo el país y ya algunas al extranjero, porque esta empresa es cada día más global y lo será más.
Nos hizo ilusión saber que, por ejemplo, a Clara, en un campamento de Vigo, se le acercó una niña a decirle que ella también hacía Smartick, al verla con una camiseta. De las cosas que más ilusión nos puede hacer es que los niños y los padres de Smartick se reconozcan, se conozcan y sepan que hay más como ellos, padres que conocen la importancia de las matemáticas en el mundo en el que estamos, niños que no ven los números como sus enemigos, casas en las Smartick se ha convertido en una rutina en la que hay bufidos cuando se falla y alegría cuando se consigue un diploma.
A algunos padres les hemos pedido que nos mandaran fotos con las camisetas puestas. En escenas de verano Smartick.
En casa, la hora de Smartick estas vacaciones ha sido después de comer. Con el calor que ha hecho –casi molestaba hasta la camiseta—, era una hora buena para estar en casa porque, aunque apetezca seguir los consejos del profesor italiano ya comentados, no era plan que los niños estuvieran jugando fuera con los 40 grados y venía bien para esa frase de que no es bueno bañarse recién comido. Lo mejor después de comer ha sido Smartick. No era muy aconsejable el aire libre a esa temperatura y, los que podían, optaban o por las persianas bajadas o por, como dicen mis hijos, “el aire enlatado”.
¿Qué hacer en esos interiores de verano? Es verdad que se puede dibujar, lo hemos hecho, y descubrir juegos nuevos, como el Rummykub, muy relacionado con los números, por cierto. Leer mucho, que ha sido el nuevo entretenimiento de la de seis años y su colección de Mister Men. Y, también, hacer Smartick. En mi caso, a veces, seguido de la recompensa de un polo cogido del congelador.
Encima de la mesa ya tenemos los primeros libros para forrar. Cuando se carguen las mochilas, se suban los calcetines, se planchen los polos y se guarden las camisetas de Smartick de lunes a viernes, yo sabré que mis hijos van muy seguros de sus números, gracias a unas digestiones de matemáticas personalizadas que, a partir de septiembre, serán meriendas. Smartick todo el año.
Para seguir aprendiendo:
- Regalo de fin de curso para los niños más constantes en Smartick
- Smartick: donde viven los números
- La constancia tiene premio: camisetas Smartick
- Qué es Smartick para ti
- «Yo miro, oigo y callo. Hay que dejar que hagan solos Smartick»