Cuenta el Atlantic en su último número que en EEUU se está produciendo una revolución matemática entre los niños. Para los que llevamos en esto unos años, es especialmente emocionante leer cómo describen la escena en la que el equipo de EEUU se entera de que por primera vez en muchos, muchos años han ganado la Olimpiada de Matemáticas. Esto es un reportaje en una de las revistas norteamericanas más influyentes. Aquí, en España, las noticias sobre los seleccionados para ir a la Olimpiada, donde nunca hemos cosechado grandes logros, no llegan a ocupar pequeñas noticias en periódicos locales, aunque nosotros claro que lo sacamos en el blog Mejor Educados que escribimos cada semana en elmundo.es. Porque desde Smartick estamos en la cruzada para dar visibilidad a la importancia de las matemáticas.
Lo curioso del reportaje del Atlantic es que explica que la revolución, el enganchar a los niños con las mates, ha ocurrido en gran medida gracias a iniciativas privadas o extraescolares. Y, claro, nos sentimos muy identificados en Smartick. Porque nosotros nacimos para combatir el pesimismo que se había instalado en buena parte de los padres y de los responsables educativos: no lo podíamos hacer mejor en matemáticas y lo normal era que muchos alumnos las consideraran aburridas y odiosas. Esa resignación es muy peligrosa, sobre todo teniendo en cuenta el mundo tecnológico en el que nos estamos moviendo. Nosotros nos pusimos manos a la obra o a nuestro método, bebiendo de las mejores fuentes de la didáctica de las matemáticas. En Estalmat llevaban ya años dedicándose a los niños que sobresalían. Pero nosotros queremos dar a cada niño su menú de matemáticas personalizadas, poniendo a los niños que hacen Smartick cada día justo en su umbral de competencia: no tan cómodo como para no aprender cosas nuevas, no tan incómodo como para ponerle delante de retos que no pueda entender.
Mientras, en EEUU, surgieron clubes de actividades extraescolares relacionadas con las mates. También lo explica el Washington Post, que dice que los resultados han sido tan buenos que puede ser que haya presión para que vuelvan los programas dedicados a los niños más brillantes en los colegios. En Andalucía solo, cabe recordar que se presentaron 800 niños para 50 plazas en el programa de Estalmat. Porque, de no hacerlo, lo que puede ocurrir es que aumente todavía más la desigualdad entre los alumnos de familias con recursos y lo que no. En estas últimas semanas hemos visto cómo la situación para los niños de familias más pobres no mejora en el sistema educativo español, según los análisis de la OCDE. Estos métodos extraescolares, nosotros lo somos, demuestran que sí se puede cambiar la situación.
Los resultados de EEUU lo están empezando a notar en las universidades. Según explican en el artículo del Atlantic, muchos de los de primer año ya vienen con experiencia en programas extraescolares de matemáticas. Mientras, en España, seguimos en muchas universidades con la necesidad de impartir los llamados “cursos cero” para que los recién llegados se enteren de lo que deberían traer aprendido. La revolución matemática demuestra que no conviene tirar la toalla.
Para seguir aprendiendo:
- Tesón, esfuerzo, constancia, Smartick
- España logra su mejor posición en Olimpiada Matemática
- El Español: La ‘startup’ que enamoró al MIT con sus lecciones online de matemáticas
- Mejor Educados: el equipo español de la Olimpiada de Matemáticas
- Smartick premia a María Gaspar, madrina de olímpicos de matemáticas