Después de leer mucho sobre educación, sobre diferencias de género, sobre enseñar matemáticas, en el Día Internacional de la Mujer, en Smartick queremos que las niñas sepan que pueden llegar donde ellas se propongan. Porque se trata de que piensen, de que crean, que pueden. Y que peleen con los obstáculos que se encontrarán por el camino. Si algo se ha aprendido con las matemáticas en estos años, por ejemplo, es que es fundamental cambiar la mentalidad. El «no se me dan bien», por el «voy a intentarlo». El » voy a fallar», por «voy a aprender». Smartick es una empresa que nació optimista, cansada del pesimismo con la educación, del derrotismo con las matemáticas.
Por eso nos ha gustado tanto el Doodle de hoy de Google: “One day, We Will”. “Un día, podremos”. Porque ya estamos pudiendo gracias a las luchas de hace décadas de mujeres valientes. Y, ahora, por el trabajo, el esfuerzo, la constancia de muchas empiezan a ser visibles. Es en ellas en quien hay que fijarse. Son ellas las que tienen que ser modelos de nuestras niñas. Y también de los chicos. ¿Por qué no? En Smartick vemos a diario cómo miles de niños y de niñas se esfuerzan de igual modo en “hablar matemáticas”, porque saben, sobre todo sus padres, que ese lenguaje, esa manera de conectar el software cerebral, es una gran puerta a trabajos mejor pagados, apasionantes, donde se cocina el futuro, se estudia con datos el presente, se supera el pasado. Eso no quiere decir que pensemos que todas las niñas del mundo deben acabar siendo ingenieras, programadoras, especialistas en big Data. No. Pero pensamos que ser buena en matemáticas es una ventaja añadida en cualquier trabajo. De entrada, enseña a ver el mundo de una manera más lógica y objetiva.
El año pasado, vimos una interesante iniciativa, “Parezco una ingeniera», que trató de desterrar mitos sobre la clase de mujeres que se dedican a las ciencias. Porque, en un día como hoy, conviene que lo primero que hagamos sea quitarnos las etiquetas que nos sigue poniendo la sociedad. Me lo ha dicho un padre de dos niñas Smartick. Que nadie les puede etiquetar. No se dejan. Que nadie les puede decir que tienen que hacer cosas de niñas. Que tampoco les pasa nada por hacer cosas de niñas. Pero que quiere que las matemáticas, no “hablarlas”, no les cierre ninguna puerta.
En este día, volviendo a los ejemplos, queremos contar la historia de cientos de mujeres que ayudaron a descifrar los mensajes codificados de los nazis en la Segunda Guerra Mundial gracias al ordenador Colossus. Nos hemos quedado con la impactante historia de Turing, pero al matemático, mujeres que no pudieron durante años contar nada de lo que hicieron allí, que ni siquiera pudieron gritar con alegría que la guerra había acabado, cuando ellas fueron las primeras en saberlo. Son historias que conviene contar, pero no hoy, todos los días. Y decirles a nuestras hijas que todavía hay niñas, miles de ellas, que no pueden ir al cole. Y que conozcan la historia de Malala.
Pero, sobre todo, no decir nunca jamás que los números no son cosas de niñas. Porque sigue pasando. Ahí están los resultados de nuestro test de retos matemáticos y la intriga que tenemos en saber por qué, si las niñas en primaria lo hacen igual de bien que los niños, cuando somos adultas los números se nos dan peor.
Así que en Smartick seguiremos hoy, como todos los días, animando a niñas y niños por igual a que hablen matemáticas, el idioma del futuro. Y explicándoles ejemplos como el de estas adorables ancianitas de hoy que fueron fundamentales para ganar una guerra. Con números. Ellas, a diferencia del Doodle de Google, no dicen “Un día, haremos”. Ellas pueden decir con orgullo “Un día, ganamos una guerra”.
Para seguir aprendiendo:
- Ada Lovelace ya da diplomas en Smartick
- Silicon: La mujer se abre paso en el sector tecnológico
- 100 y 144, números relacionados con la gran Marie Curie
- Las matemáticas y los huesos
- Un Chief Technology Officer nacional
Buenos días desde Ecuador vivimos en España y estamos en Ecuador ya 2 años y estuvo mi hijo allá en smartick
Quiero seguir ahora son dos niños uno de 4 y el otro de 10 años el coste para un año de los dos cual sería un saludo
Hola Juan Carlos:
Veo efectivamente que tu hijo Samuel estuvo con nosotros hace un par de años.
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