En el post anterior Lenguaje, cognición y autorregulación I hicimos una breve descripción de cómo el lenguaje es una herramienta que apoya los procesos de regulación de nuestra conducta y cognición. Hablamos de cómo el lenguaje no sólo sirve para comunicarnos, sino que también sirve para dirigir nuestra atención, resolver problemas y apoyar a nuestra memoria.
Estas observaciones fueron realizadas por el psicólogo ruso L. S. Vygotsky, que realizó estudios acerca del desarrollo de las funciones cognitivas superiores y describió las etapas a través de las cuales el niño aprende el uso instrumental del lenguaje. Estas etapas tienen una progresión que va desde lo social hasta el momento en el que se individualiza a través de la internalización (Luria, 2002).
A dichas etapas se les refiere como:
- inter-mental.
- Extra-mental
- intra-mental (Vygotsky, 1997).
La primera etapa, la inter-mental, se presenta cuando el niño esta comenzando a hablar y se caracteriza por el hecho de que el niño y los padres establecen un diálogo que apoya al niño en la coordinación y planificación de los pasos para comenzar una acción. Por ejemplo cuando le decimos al niño que para beber agua debe de coger el vaso con las dos manos y llevarlo a la boca con cuidado para no derramar el agua. De esa manera el padre indica al niño la forma de cómo llevar a cabo una acción.
La segunda etapa, la extra-mental, se presenta cuando el niño ya ha adquirido cierta pro-eficiencia en el lenguaje y lo utiliza de forma externa. Por ejemplo, cuando un niño está jugando y está constantemente narrando en voz alta lo que sucede, o cuando tiene que realizar alguna tarea y describe en voz alta los pasos a seguir. De esta manera el niño utiliza el lenguaje como una herramienta que le permite dirigir, planificar y ejecutar una acción de manera individual y con poca asistencia de parte de un adulto.
La tercera etapa. la intra-mental, se presenta cuando el niño ya ha dominado el lenguaje y ha llevado a cabo la internalización del mismo. Es decir, cuando el niño ya no tiene la necesidad de expresar en voz alta lo que hace o debe hacer. Es en esta etapa cuando esa narración externa se convierte en una herramienta internalizada que permite la regulación de su conducta de manera endógena.
A partir de estas observaciones, Vygotsky describió y explicó la importancia que tiene el lenguaje como una herramienta que apoya a nuestros procesos cognitivos, a la regulación de nuestras conductas y también de nuestras emociones.
Referencias:
- Luria, A. R. (2002). L . S . Vygotsky and the Problem of Functional Localization. Journal of Russian and East European Psychology, 40(1), 17–25.
- Vygotsky, L. S. (1997). The history of the development of higher mental functions. In R. Rieber & A. Carton (Eds.), The collected works of L. S. Vygotsky: Vol. 4. (pp. 1– 26). New York: Plenum Press.
Para seguir aprendiendo:
- Lenguaje, cognición y autorregulación I
- Lenguaje, cognición y autorregulación III: La zona de desarrollo próximo
- El lenguaje y sus múltiples funcionalidades
- El desarrollo de la atención y su relación con la regulación emocional
- Andamiaje: apoyando el desarrollo de los procesos psicológicos