Vivimos en un mundo de comunicaciones rápidas, lecturas simples, blancos y negros. Todos nos vemos obligados a resumir, sintetizar, buscar un lema, clasificar, etiquetar y, en ese proceso, obviamente quien sale perdiendo es la profundidad y los matices. Nos ha extrañado que en un blog de un gabinete especializado en aprendizaje se diga de Smartick que es un método acorde a la presión ambiental de hacer ver que el niño tiene que estar todo el rato feliz y divirtiéndose, cuando el aprendizaje es algo muy serio.
En Smartick sí mantenemos que hemos conseguido una plataforma donde el niño puede verse más animado a hacer 15 minutos de matemáticas porque luego tiene juegos virtuales —pensados siempre para mejorar sus habilidad cognitivas— y puede elegir un avatar con el que actuar en ese mundo virtual. Además, creemos que el diseño gráfico de los problemas los hacen más atractivos que en un simple cuadernillo. Pero Smartick son matemáticas, aunque lo hacemos lo más divertido posible, claro.
Es aprender matemáticas. Y claro que sabemos que, en ese proceso de aprendizaje, el niño se frustrará cuando no comprenda algo. Es más, le decimos que ha fallado de manera inmediata y, según nos cuentan muchos padres, en ese momento hay niños que se enfadan. Incluso le hablan al ordenador. Pero las ventajas de las nuevas tecnologías hacen que, de inmediato, tenga un video tutorial como este, por ejemplo.
Y la ventaja de que sea totalmente personalizado es que al niño se le frustrará hasta cierto punto. Si está fallando mucho un tipo de problema, no se le pasa de nivel hasta que aprenda a resolverlo. Esa es la diferencia con una clase, donde se avanza aunque no todo el mundo haya entendido perfectamente los conceptos.
Pero esa adaptación personalizada no significa que nosotros vendamos que Smartick sea muy divertido. Convendría definir antes lo que es, pero obviamente no es exactamente una app de juegos. Son ejercicios con números y muchas veces a los niños hay que decirles que se sienten a hacerlo.
En Smartick pensamos que es cierto que los niños de ahora en ocasiones están sometidos a demasiadas presiones extraescolares. Entendemos que es bueno que los niños jueguen solos sin pantallas e incluso valoramos como positivo que se aburran. Los padres nos hemos convertido en organizadores de la agenda de los niños, que, en cuanto paran, dicen que no saben qué hacer. Por eso decimos que una de las ventajas del método es que son 15 minutos desde casa. No hay que ir a ningún sitio, que los padres esperen allí o hagan tiempo y luego volver a casa. Así, el niño tiene más tiempo para él. Para jugar o para aburrirse.
En esta empresa nos encanta leer sobre educación y no creemos en absoluto que a los niños haya que agobiarles con todo tipo de extras académicos. Para nada. Solo constatamos que las matemáticas son claves para entrar en las carreras tecnológicas, que es donde se van a concentrar las carreras del futuro, que ahora mismo es difícil atender a la diversidad del aula, que en España nos faltan alumnos brillantes, según PISA, y tenemos mucho fracaso escolar, que puede deberse a un divorcio muy temprano con la manera de aprender matemáticas. Ni más, ni menos. Y que intentamos ayudar a los niños y sus familias lo mejor que sabemos.
Para seguir aprendiendo:
- «Me recomendaron Smartick para mejorar la atención de mi hijo»
- «Cuando mi hija comenzó con Smartick empezaron a subir las notas»
- «Los niños que hacen Smartick son conscientes de la importancia de las matemáticas»
- Padres Smartick que se ocupan de las matemáticas de sus hijos
- Un año y medio con Smartick
como ago para en tender las matematicas