El por qué en los países occidentales cada vez hay menos alumnos de ciencias puras es una cuestión que anda todavía debatiéndose, sobre todo en los países donde los políticos se preocupan de la educación, cuestión clave para su desarrollo y para el bien común.
Mientras, es de agradecer que haya matemáticos que cada vez que puedan alerten de este hecho. Este verano acudió a Santander, a los cursos de verano de la Menéndez Pelayo en la Magdalena, uno de ellos. Se trata de Cédric Villani, ganador de la medalla Fields, el Nobel de las Matemáticas, en 2010. Al matemático francés le gusta hablar de la relación entre las matemáticas y la estética y, para probarlo, suele llevar un gran lazo al cuello e ir vestido como un dandy de otras épocas. Es un apasionado de la divulgación de las matemáticas y, por eso, también es un hombre preocupado por el descenso de vocaciones en la hermandad dedicada a la belleza de los números.
Según dijo en Santander, para solucionar este problema sólo cabe enseñar a los estudiantes que la ciencia es «un trabajo vivo y apasionante». De hecho, él, después de ganar la medalla Fields, ha dedicado buena parte de su tiempo a predicar sobre las matemáticas, como se puede ver en este divetido vídeo de TED. Produce cierta envidia ver cómo vende, con razón, la historia de las matemáticas en Francia:
También es verdad que, como dice en esta entrevista en El País, en Francia los políticos tienen cierto aprecio por las matemáticas. Les pasa, según él, desde la época de Napoleón. Aquí, por cierto, echamos a Bonaparte y puede que algunos de aquellos afrancesados que le apoyaran fueran también aficionados a los números. Pero divagar sobre eso abandona el terreno de las matemáticas y es ya otra historia. Historia.
Para seguir aprendiendo:
- Alumnos emergentes para un país emergente
- Primera mujer con el máximo galardón en matemáticas, la medalla Field
- Matemáticas a fuego lento
- 100 y 144, números relacionados con la gran Marie Curie
- Smartick en las digestiones de verano
Malagueño, es ingeniero industrial por la Universidad de Málaga, tiene un MBA por Insead y es emprendedor Endeavor.
Es el responsable de desarrollo de producto y de que encajen todas las piezas del puzle de Smartick.
Su tiempo libre se lo dedica a sus dos hijas, estudiar, hacer deporte y escuchar flamenco.
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