Los dedos son una de las herramientas que más ayudan a los niños pequeños a entender los conceptos matemáticos. Esto es debido, entre otras cosas, a que son accesibles muy fácilmente; a que permiten establecer correspondencias uno-a-uno; a que ayudan a liberar carga de la memoria de trabajo al tener las cantidades representadas físicamente, o a que su disposición facilita la percepción inmediata de las cantidades sin necesidad de contarlas.
Sin embargo, son muchos los padres y docentes que a menudo se preguntan si es bueno contar con los dedos, que los niños los utilicen para contar. Una de las razones de este interrogante está relacionada con la falsa creencia de que los niños que utilizan sus dedos para contar o resolver operaciones aritméticas saben menos que aquellos que son capaces de hacer las cuentas mentalmente. En este sentido, lo primero que tenemos que tener claro es que el hecho de que un niño pequeño necesite los dedos (u otro tipo de objetos) para representar cantidades, no significa que tenga un conocimiento matemático más pobre que otro niño que es capaz de efectuar los cálculos mentalmente.
La capacidad de abstracción y de manejar imágenes mentales se va desarrollando con la edad, de ahí que los niños necesiten elementos físicos (juguetes, fichas, los dedos…) para representar las cantidades que necesitan manejar. Los investigadores coinciden en resaltar que el uso de este tipo de elementos manipulativos, y en particular el contar con los dedos ( o finger counting), constituye el puente que permite el paso del pensamiento infantil más concreto, basado en las experiencias sensorio-motoras, al pensamiento más abstracto.
Además, diferentes investigaciones confirman que el uso de los dedos a la hora de contar o efectuar cálculos aritméticos y la habilidad de los niños para discriminar entre las cantidades representadas por los dedos, son buenos predictores de su rendimiento posterior en determinadas tareas aritméticas.
Eso no es todo, los efectos que contar con los dedos (finger counting) tiene en el modo en que el cerebro procesa y representa la información numérica continúa afectando durante toda la vida, no solo en la infancia. Asimismo, y lo que es más destacable, es que este efecto parece estar modulado por variaciones culturales. No en todas las culturas se utilizan los dedos para representar cantidades y, las que lo hacen, no los emplean siempre de la misma forma (ver Bender y Beller, 2012 para más información).
Si tenemos en cuenta los datos que se derivan de la investigación psicológica, el que un niño en edad escolar utilice los dedos para resolver determinadas situaciones matemáticas deja de tener el matiz negativo que se comentaba más arriba. A medida que los niños vayan avanzando en la comprensión de los distintos conceptos matemáticos, van a ir descubriendo otro tipo de estrategias mucho más sofisticadas y más rápidas que el uso de los dedos. Al fin y al cabo, estos solo nos facilitan el cálculo cuando trabajamos con cantidades pequeñas (hasta 10, como mucho 20 si contamos también los de los pies).
Nosotros en Smartick ayudamos a descubrir las limitaciones de esta estrategia y a entender las ventajas de otras alternativas más elaboradas desde el punto de vista cognitivo. La frecuencia de uso de estas últimas irá aumentando progresivamente, aunque eso no significa que no vuelvan a emplear los dedos nunca más. De hecho, todos necesitamos seguir utilizándolos alguna que otra vez.
Referencias:
Bender, A. y Beller, S. (2012). Nature and culture of finger counting: Diversity and representational effects of an embodied cognitive tool. Cognition, 124, 156-182
Para seguir aprendiendo:
- Rekenrek versus Sorobán I: La analogía con las manos
- La decena y el sistema decimal
- Aprender a sumar es fácil
- La resta
- ¿Qué es un número?
- El desarrollo cerebral en la infancia - 11/12/2014
- Neuroplasticidad o plasticidad cerebral - 26/11/2014
- Metacognición y aprendizaje - 13/11/2014
Desde mi experiencia comparto las ideas que se exponen a cerca de contar con los dedos, pero es necesario tener presente que a los niños se les debe brindar la posibilidad de llevarlos a otros niveles de comprensión, pues algunos docentes avanzan muy poco en este proceso y hasta viciados que no le permite a los niños desarrollar el calculo mental, me parece muy apropiado utilizar los dedos en el conteo para los niños que se inician en el conocimiento de los números.