Una de las cosas más chocantes para los profesores es comprobar cómo todo lo que los padres toleran en los entrenamientos deportivos se ve mal en el ámbito académico. Mientras nos quejamos de la cantidad de deberes (a veces con razón si además de abundantes no están muy bien pensados), no dudamos en llevarles las tardes que haga falta a entrenar algún deporte.
El deporte puede servir para explicar a los padres aspectos del desarrollo académico de sus hijos. Por eso nos ha encantado encontrarnos por las redes un póster colgado en un colegio de EEUU donde se compara el deporte y el estudio.
Similitudes entre los buenos deportistas y los estudiantes que de verdad quieren aprender:
Entrena un poco todos los días
No se somete un día a un entrenamiento que le deje exhausto. Lo mismo hace el buen estudiante, ese que ya sabe ahora, en septiembre, cómo se va a plantear el curso, cuáles son sus rutinas. Esos niños saben que los hábitos son importantes y que al principio cuestan, pero es cuestión de convertirlos en rutina. Es lo que hacen miles de niños con Smartick a diario.
No se empieza a preparar para una prueba el día anterior
Lo mismo le pasa al buen estudiante. Después de haber estudiado durante todo el año pueden estar muy tranquilos la noche anterior al examen.
Analiza cómo lo hace y dónde puede mejorar
Cuáles son sus puntos débiles y revisa vídeos de sí mismo. El buen estudiante hace lo mismo con los exámenes y los controles. Sabe dónde está fallando y refuerza esa parte. En Smartick, además, les ayudamos con nuestra algoritmia y feedback inmediato a saber qué falla. Proponemos ejercicios específicos y tutoriales para que domine ese concepto. Es lo que Angela Duckwoth llama práctica deliberada, es decir, saber muy bien lo que hay que entrenar.
Sabe cómo practicar hasta dominar una nueva habilidad que necesita
El estudiante, cuando conoce una idea nueva, también llega a dominarla si se convence de lo que significa para él.
Piensa sobre lo que le dice su entrenador y le hace caso
Lo mismo hace el buen estudiante con lo que está aprendiendo y las instrucciones del profesor.
Se pone a prueba regularmente
Porque necesita saber que corre más y está más fuerte. El buen estudiante también es consciente de su forma mental, de cómo lo lleva. Y los que hacen Smartick, más todavía, porque lo sabe a diario gracias a la sesión personalizada que le ponemos.
Sabe lo que tiene que hacer para mantenerse en forma
El buen estudiante conoce cómo tiene que cuidar su cerebro.
Jamás entrena pendiente del teléfono móvil
El buen estudiante, tampoco.
Sabe lo importante que es dormir para restablecerse y acumular energía
El buen estudiante sabe que necesita horas de sueño para consolidar la memoria y para que funcionen mejor las funciones ejecutivas del cerebro.
Es consciente de que todo es cuestión de tiempo y esfuerzo
Exactamente como el buen estudiante.
Para seguir aprendiendo:
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- La importancia del deporte para aprender y consolidar valores
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