¿Son los niños felices en sus colegios? ¿Están satisfechos con sus vidas? En pleno boom de la felicidad, instalada como misión de muchos centros escolares, la OCDE, a través de PISA, sacó hace unos días un estudio internacional sobre cómo se sienten los estudiantes en sus centros educativos y cuáles son sus hábitos de vida. Entre los titulares, la cantidad de horas que se pasan muchos adolescentes navegando en internet. Pero, en general, el informe deja buenas noticias ya que los niños están bastante satisfechos con sus vidas. En el caso de algunos países de Latinoamérica se podría decir que más que en el resto del mundo.
En México, por ejemplo, los alumnos, en una escala de 0 a 10, dijeron que puntuaban su satisfacción con la vida con un 8.27, por encima de la media de 7.31 y de países como Reino Unido, Italia, Japón, Corea o EEUU. Los dominicanos son los más contentos con sus vidas de todos los países consultados y casi llegan al nueve. Los colombianos también están más felices que la media, con un 7.88, en Costa Rica se ponen un 8.21 y en Perú un 7.50. La cifra baja a un 7.37 para Chile. En Uruguay, 7.70. Así que se puede decir que los países latinoamericanos, que no despuntan en lo académico en PISA, al menos sí tienen a unos adolescentes que están a gusto con las vidas que llevan.
Otro de los aspectos que medía la encuesta realizada con PISA es la ansiedad con la que los alumnos se enfrentan a un examen, incluso si piensan que están bien preparados. Un 55% de media reconoció en las encuestas que se ponía nervioso aun sabiendo que había estudiado, una cifra que es casi idéntica en el caso de Chile. En México, la cifra sube cinco puntos, hasta 60. En el caso de Colombia y de Costa Rica llegan casi al 80%. Habrá que preparar tilas o ver qué pasa en esos dos países. Los niños dominicanos también llegaban a esa cifra y, dado que habían dicho antes lo felices que se sentían, parece claro que no hay correlación entre la ansiedad que se siente por una prueba académica y la satisfacción por la vida que se lleva. En Perú la cifra se queda en un 70% pero, igualmente, muy por encima de la media y parecido a lo que ocurre en Uruguay.
Sobre las aspiraciones de los estudiantes, la media dice que el 59% de los alumnos quieren ser de los primeros de las clases, una cifra que contrasta con las quejas habituales entre los profesores sobre la escasa ambición de los alumnos. En el caso de los niños chilenos, la cifra se eleva hasta casi el 70%. Según lo que contestaron los adolescentes colombianos, casi todos quieren ser los mejores de su curso. En Costa Rica, casi igual. Los dominicanos, además de felices, según la encuesta también gustan de decir que quieren estar entre los primeros de la clase. Buena combinación. Sólo falta que le acompañaran los buenos números en PISA, algo que no ocurre con la mayoría de los países de Latinoamérica, que se encuentran por debajo de la media internacional. De hecho, República Dominicana se quedó entre los cinco peores del mundo. Una de las cosas que se alertan en el informe es precisamente que han detectado a alumnos que tienen aspiraciones muy altas que no se corresponden luego con el desempeño académico que demuestran en las pruebas internacionales.
Al menos Colombia, en la última edición de la prueba, sí que escaló posiciones, si bien se quedó por debajo de la media de la OCDE y por detrás de países como Chile. Curiosamente, en los países que son líderes en la clasificación internacional en PISA, como Finlandia o Hong Kong (China), apenas llegan a la mitad los niños con aspiraciones de ser “los mejores”. Algo digno de estudio, desde luego, sobre la motivación o la eficacia de estas encuestas. A los peruanos les pasa lo mismo, nada más y nada menos que el 96% de los niños aspiran a la excelencia en sus clases. En Japón, sin embargo, uno de los países que mejor lo hace en PISA, apenas un 32% de los niños aspiran a estar entre los mejores de su clase. Dejamos para los expertos el mensaje que lanza estos datos que, aparentemente, se resumiría en que “querer no es poder”. Se puede llegar a otro tipo de conclusiones y es que, como nos recordaba un profesor en Twitter, puede que esté bien visto decir que quieres estar entre los primeros de la clase, pero sólo eso, sin llegar luego a conseguir serlo por diversos motivos. Lo mismo ocurre con las aspiraciones para ser universitarios, altas en muchos de los países latinoamericanos.
En cuanto al acoso escolar, el informe dice que es menor en los centros con los que los estudiantes se sienten muy identificados. Una media de 18.7% de alumnos dicen haber sufrido algún tipo de acoso durante el último mes. La cifra es de un 4.3% si les preguntan si han sido golpeados. México y Chile estarían casi en la media, lo mismo que Costa Rica y Colombia, Perú y Uruguay. República Dominicana, sin embargo, sí tiene a un 30% de alumnos que dicen haber sufrido algún tipo de acoso, lo que convierte a sus datos en un puzzle mayor, porque recordemos que eran los que se sentían más felices del mundo.
Según el editorial de Andreas Schleicher, director de PISA, la mayoría de los profesores quieren que sus alumnos se encuentren bien en clase pero ocurre que no todos están preparados para tratar con los más difíciles, lo que acaba provocando un mal ambiente. Como suele hacer PISA, se aconseja que los profesores hablen entre ellos para copiar estrategias eficaces y que sean capaces de detectar las dificultades de algunos alumnos en el aula. De nuevo, como ya hiciera el informe MaKinsey de hace diez años, se resalta el papel crucial de los profesores. También parece quedar claro que proporcionar al alumno un sentimiento de pertenencia con el colegio es fundamental para el bienestar de todos.
El aspecto que más ha llamado la atención de los medios ha sido el uso excesivo de internet que, además, queda relacionado con mayor insatisfacción con la vida. Una de las ventajas de Smartick según algunos padres con los que hablamos, es que ponen de condición a sus hijos haber hecho la sesión de matemáticas diaria con nosotros para tener más tiempo con las tablets. Así saben que, si sus hijos van a estar navegando, al menos habrán aprovechado el tiempo con una sesión totalmente personalizada para sus hijos, adaptada a su nivel de matemáticas y cuyos resultados, reciben de inmediato los tutores en el correo. Además, les cuenta a la hora que se han conectado.
México está por debajo de la media de los minutos que los alumnos dicen usar internet a diario en casa. La media es de 146 minutos y los niños mexicanos contestaron que 121. Uruguay, sin embargo, se va a 185 minutos diarios, mientras que Perú, por ejemplo, se queda en 90.
Estas encuestas están realizadas a partir de valoraciones subjetivas de los alumnos, por eso hay que poner ciertas dosis de escepticismo y de contexto cultural. En cualquier caso, abren interrogantes, como recuerda el filósofo y pedagogo Gregorio Luri. Por ejemplo, por lo general, parece ser que hacer una comida al día en familia ayuda al mejor desempeño académico en ciencia. Sin embargo, España es uno de los países donde más a menudo se come en familia y, sin embargo, no es de los mejores en ciencia. Habrá que ver si lo hacemos con la tele encendida.
La evaluación PISA 2015 fue completada por 540.000 estudiantes, quienes representaron a unos 29 millones alumnos de 15 años de 72 países y economías. Dejamos a los expertos que saquen sus conclusiones sociológicas.
Para seguir aprendiendo:
- Separadores decimales ¿puntos o comas?
- Reto Lectura Smartick: Los adultos hispanohablantes no aprueban en ortografía
- ¿Por qué los niños chinos son tan inteligentes?
- La desigualdad matemática en España. TIMSS 2015
- Los medios difunden la aportación de Smartick a la educación
