En posts anteriores hemos hablado del papel fundamental del juego para el desarrollo cognitivo, social y emocional del niño. También se han comentado los beneficios que algunos de ellos tienen en el campo específico del conocimiento matemático. En esta misma línea, el post de hoy se refiere a un interesante hallazgo que subraya el valor del juego como herramienta didáctica.
Hace ya unos cuantos años desde que se empezaron a diseñar programas de intervención educativa que incluían juegos de mesa con contenido numérico para ayudar a los niños con problemas en matemáticas. Uno de los estudios que mejor documenta los resultados positivos de este tipo de recursos en el rendimiento de niños de Educación Infantil es el llevado a cabo por Ramani y Siegler (2008; Siegler y Ramani, 2009). Los autores querían comprobar si la experiencia de los niños con juegos de mesa, concretamente los que consisten en tableros lineares numéricos, contribuye a aumentar su conocimiento numérico.
Para ello, diseñaron un juego llamado «La Gran Carrera«, compuesto por un tablero con una hilera horizontal de 10 casillas, todas ellas de las mismas dimensiones. Dentro de cada una de las casillas aparecían escritos los números del 1 al 10, consecutivamente, de izquierda a derecha. Como en cualquier juego de estas características, el primero en alcanzar la meta (situada tras la décima casilla) era el ganador. En cada tirada, los niños podían avanzar una o dos casillas, dependiendo del número que les tocase en el dado especial que acompañaba al juego. Además, para mover las fichas, se debía respetar la siguiente regla: decir en alto los números por los que se pasaba. Imaginemos que un niño está en la segunda casilla y debe avanzar dos más. Para poder realizar el movimiento con éxito, el niño tendría que decir «3 y 4» a la vez que mueve su ficha (en lugar de «1 y 2», como habitualmente solemos hacer). Cuando los niños se equivocaban a la hora de decir los números o se olvidaban de hacerlo, los investigadores les hacían repetir el movimiento hasta que los decían correctamente. En el tiempo que duró el estudio, cada uno de los participantes jugó al juego unas 20 veces, aproximadamente.
Los autores encontraron que, tras la experiencia con el juego, los niños del estudio mejoraron su rendimiento en tareas de comparación de magnitudes, de estimación, de reconocimiento de numerales y de conteo, y que estas mejoras se mantenían 9 semanas después de la intervención. Estos resultados sugieren que jugar a esta clase de juegos de mesa podría ayudar a los niños con poco conocimiento numérico en los primeros años de escolaridad.
¿A qué podría deberse este progreso en el conocimiento numérico de los niños? Entre otras, destacamos las siguientes razones. Por un lado, por el importante componente afectivo y emocional de la situación lúdica per se. Los niños disfrutan jugando, están motivados y el contexto en el que se trabajan los conceptos numéricos tiene sentido para ellos. Por otro lado, porque durante las partidas a «La Gran Carrera» se trabajaban de forma explícita el conocimiento y reconocimiento de las secuencia de numerales, y de forma implícita, la comprensión de las magnitudes.
Sin lugar a dudas, estos datos abren una gran cantidad de posibilidades para los padres y docentes a la hora de diseñar actividades de aprendizaje adaptadas a las necesidades de los más pequeños. No obstante, el mero hecho de que los juegos incluyan contenido numérico no garantiza que contribuyan a mejorar el conocimiento matemático infantil. Abordar los conceptos numéricos de manera superficial no promueve el conocimiento matemático. Solo cuando ayudamos a los niños a reflexionar sobre los conceptos matemáticos y las implicaciones de los mismos, les ayudaremos también a lograr aprendizajes significativos.
Referencias:
- Ramani, G. B. y Siegler, R. S. (2008). Promoting broad and stable improvements in low-income children’s numerical knowledge through playing number board games. Child Development, 79, 375–394
- Siegler, R. (2009). Improving student’s number sense using information-processing theory. En O. A. Barbarin y B. H. Wasik (Eds.) Handbook of child development and early education (pp. 429-454). New YorK: Guilford Press.
- Siegler, R. S. y Ramani, G. B. (2009). Playing linear number board games—but not circular ones— improves low- income preschoolers’ numerical understanding. Journal of Educational Psychology, 101 (3), 545-560.
Para seguir aprendiendo:
- Actividades matemáticas de carácter informal
- El sentido numérico: desde las cantidades hasta los números
- Cálculo Mental: qué es y para qué sirve
- Descubre un tipo de rompecabezas numérico
- Explorando juegos de razonamiento matemático para niños en Smartick Brain
- El desarrollo cerebral en la infancia - 11/12/2014
- Neuroplasticidad o plasticidad cerebral - 26/11/2014
- Metacognición y aprendizaje - 13/11/2014