Se lo deben de pasar bien. Imaginen este año en Amsterdam a niños de todo el mundo dispuestos a demostrar que son los mejores en matemáticas. En una cita bien organizada, con años de solera, 52 ediciones, en definitiva, para muchos, un punto de reencuentro, un campamento de tradición organizado por la Olimpiada Internacional de Matemáticas.
Es cierto que sus resultados no ocupan mucho sitio en los periódicos, casi ninguno, y que no hay grandes coreografías para el desfile inaugural ni millones de personas se pegan al televisor para verlo. Que los medios no le den importancia, no significa que no la tengan, sin embargo y prueba de ello es que Google las patrocina con un millón de euros. Un vistazo a los resultados es suficiente para toparnos de nuevo con la realidad: España, en el puesto 48. Si se pincha en su historial, resulta que tampoco tenemos ninguna medalla de oro. ¿Quiénes están entre los primeros? China es ya un clásico en su posición de liderazgo. EEUU ha quedado segunda, como suele ser también habitual. Singapur, pese a su tamaño, logra esta particular medalla de bronce.
Detrás de esos resultados, quedaron horas de entusiasmo, de compartir interés por los números, de risas y nervios y ganas de volver para muchos de los integrantes de los 100 equipos nacionales que el sábado 17 de julio aterrizaron en el aeropuerto de Schipol en Amsterdam. El lunes, llegaron los problemas. Esa clase de problemas, claro, para los que estaban entrenados, ese tipo de retos que les apasiona resolver. Previamente, habían sido seleccionados por un jurado en un enclave secreto. Como se pusieron rápidamente de acuerdo en los 30 finalistas, según cuenta la página oficial de la olimpiada, tuvieron tiempo de baile y cena, que no sólo los niños se lo pasan bien.
Nosotros no aspiramos a que haya miles de alumnos de Smartick en esta cita emblemática. Sólo queremos, y no es poco, que los números puedan verse como algo divertido, retador, interesante y que su dominio básico se vea tan necesario como el manejo elemental del lenguaje. Si, de paso, alguno de nuestros alumnos muestra interés por empezar a participar en las pruebas olímpicas de matemáticas en su ciudad, pues estupendo. No sólo de medallas de oro de atletismo, fútbol y baloncesto tiene que sentirse orgulloso un país y es verdad que nosotros queremos mejorar ese puesto número 48.
Para seguir aprendiendo:
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- Lady Matemáticas
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Malagueño, es ingeniero industrial por la Universidad de Málaga, tiene un MBA por Insead y es emprendedor Endeavor.
Es el responsable de desarrollo de producto y de que encajen todas las piezas del puzle de Smartick.
Su tiempo libre se lo dedica a sus dos hijas, estudiar, hacer deporte y escuchar flamenco.
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