Desde hace mucho tiempo los psicólogos y educadores defienden la importancia de los factores socio-emocionales en el aprendizaje. Esta idea no es nueva. Además, su valor es especialmente relevante en matemáticas, una de las asignaturas que más miedo y frustración genera en los niños.
Investigadores de la universidad de Massachusetts llevaron a cabo una intervención para reforzar los conocimientos matemáticos de los niños en edad preescolar. Comprobaron que, a pesar de que la intervención tenía un carácter estrictamente académico, no solo repercutió positivamente en este sentido, sino que los niños también experimentaron mejoras en su nivel de confianza y autoestima (Dobbs, Doctoroff, Fisher y Arnold, 2006).
Lo más destacable de este hecho es que la relación entre rendimiento académico y factores socio-emocionales es bidireccional. Es decir, no sólo la alta motivación afecta al rendimiento académico, sino que los resultados del aprendizaje también indicen en los aspectos socio-emocionales. Por ejemplo, cuando los niños experimentan problemas académicos se frustran, lo que repercute negativamente en su autoestima y disminuye su deseo por aprender. Es frecuente que en el aula estos síntomas se manifiesten en forma de comportamientos disruptivos o falta de atención.
Sin embargo, cuando el niño empieza a experimentar el éxito, la situación cambia, comienza a esforzarse más y tiene ganas de implicarse activamente en su propio proceso de aprendizaje. Cuanto mayor sea su grado de compromiso, motivación o iniciativa, más se esforzará en progresar.
Aún es necesario continuar estudiando esta compleja relación, pero las implicaciones del resultado hallado por Dobbs y colaboradores (2006) son esenciales desde el punto de vista de la didáctica de las matemáticas, en particular, y de la educación, en general. Los profesionales de la educación tienen que tener presente que los efectos de cualquier intervención educativa no se circunscriben al ámbito educativo. Por eso, a la hora de diseñarlas, hay que considerar todos los aspectos implicados en el desarrollo del niño: el cognitivo, el físico o motor y, por supuesto, el socio-emocional.
En Smartick tenemos muy en cuenta estos factores al diseñar nuestras sesiones diarias de matemáticas. Para ello nos apoyamos en la mejor didáctica de las matemáticas a nivel mundial e incorporamos elementos para motivar a los alumnos.
Referencias:
- Dobbs, Doctoroff, Fisher y Arnold (2006). The association between preschool children’s socio-emotional functioning and their mathematical skills. Applied Developmental Psychology, 27, 97–108
Para seguir aprendiendo:
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