Hay teorías sobre cómo aprender que todos quisiéramos que fueran verdad y la de los estilos de aprendizaje es una de ellas. Pensar que cada niño tiene una peculiar manera de aprender, más eficaz. Y que si no aprende bien es porque no se le está enseñando cómo debería. Resulta muy reconfortante para padres y para profesores deseosos de experimentar. La solución sería presentar la información a cada niño en el formato que mejor se adaptara a su estilo de aprendizaje. Así, habría niños que precisaran de un enfoque mucho más visual y otros más auditivo, por ejemplo. Uno de los problemas de esta teoría es que ha ido abriendo el abanico hasta abarcar decenas de estilos.
En Reino Unido la Fundación Education Endowment tiene un banco de prácticas educativas muy útil porque explica las evidencias de su eficacia y el coste que supone implementarlas. En el caso de la teoría de los estilos de aprendizaje, señala que no existe evidencia de que sirva. Incluso explica que puede ser perjudicial si se usa a edades muy tempranas, ya que le daría a los niños excusas para no intentar aprender de otra manera.
Daniel Willingham es uno de los psicólogos de la educación más reputados y en una entrevista con Tom Bennet, director de ResearchEd, abordaba este asunto. Según el investigador, la teoría de los estilos de aprendizaje ya tiene un estatus en el que la mayoría de la gente ni se la cuestiona. “Se asume directamente que es verdad” y, según explica, eso ocurre porque no hay en el mundo de la educación ninguna autoridad que diga sin lugar a dudas qué funciona y qué no. Y es una teoría atractiva para padres y profesores que puede estar además basada en percepciones reales: hay niños que parece que aprenden más con un enfoque más visual que otros, por ejemplo.
Pedro De Bruyckere explica en ResearchEd que se llegó a ofrecer un premio de cinco mil dólares para los profesores que demostraran que un grupo de niños que había dicho en un test que aprendían mejor visualmente de verdad lo hacían si la información les llegaba de esa manera. Por ahora ningún profesor ha conseguido el premio. Pero el mismo investigador admite que la teoría puede tener ciertas dosis de realidad: es cierto que hay gente que se cree que aprende mejor de una determinada manera. Son sus preferencias. Lo confirma este estudio: se preguntó a un grupo de alumnos si creían que aprendían mejor de manera visual o con palabras escritas. Los resultados demostraron que lo dijeron porque les gustaba aprender de una u otra manera, pero no porque recordaran mejor las cosas.
Y lo más didáctico sobre los estilos de aprendizaje es quizás este cuestionario a Daniel Willingham. En él, el psicólogo explica que nadie puede discutir que hay niños con distintas habilidades pero eso no significa que deban aprender de manera diferente.
Sobre lo rápido que se expandió la teoría de los estilos de aprendizaje, en este artículo del Atlantic explican que casualmente lo hizo a la vez que el movimiento de la autoestima a los niños, el considerar que cada uno de ellos era especial, que había que animarles en todo momento. Si no progresaba como estaba previsto, tenía sentido pensar que quizás no se le estaba enseñando en el estilo en el que mejor aprendía.
En Smartick lo que sí tenemos claro es que cada niño aprende a su ritmo. La evidencia que tenemos todos los días es que unos pueden avanzar más rápido y que otros necesitan más tiempo para dominar conceptos. Por eso al hacer nuestros ejercicios sí que se sienten seguros, porque les ponemos un reto adaptado a cada uno que se ven capaces de afrontar.
Por tanto, si escuchan hablar de los estilos de aprendizaje es mejor que se lo tomen con cierto escepticismo. Eso sí, si sus hijos dicen que les gusta estudiar mejor con esquemas, con visualizaciones, con historias, hablando en voz alta, nada que objetar sobre gustos. Se trata de que estudien. Pero sabiendo que es una preferencia, no una teoría que etiquete a los niños según un estilo de aprendizaje.
Para seguir aprendiendo:
- Profesores: ¿qué sabemos de ellos? (I)
- Problemas de enunciados en Smartick
- “Me siento orgulloso y feliz viéndolos aprender de esta manera”
- ¿Qué opinas de la guerra de los deberes?
- Aprender matemáticas jugando
Buenos días, soy docente y me parece muy novedosa la propuesta de MANERAS PREFERIDAS DE APRENDER, creo que tendré que buscar más literatura al respecto y comenzar a satisfacer esta curiosidad que plantean.
Hola a mi hija de ocho años que va a tercero le cuestan mucho las matemáticas, ¿cómo podría ayudarla? gracias
Hola Yolanda:
Smartick es un método online de aprendizaje de matemáticas que se adapta al nivel y ritmo de cada niño, es independiente de su curso escolar.
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Gracias!
Gran post. Muy claro y necesario. Ojalá lo lean muchos profesores y los cambios en educación empiecen a estar tan estrechamente ligados a evidencias científicamente comprobadas, que artículos como éste no sean necesarios y que la carrera de Ciencias de la Educación haga realmente justicia a su nombre.
¡Muchas gracias Aliena!