¿Puede haber razones para el optimismo con la educación en España? La consultora MacKinsey cree que sí en su último informe. De entrada, señala el interés creciente de los españoles por la educación. Buscamos en google “educación en España” igual que “crisis en España” o “paro en España”. No son palabras precisamente que animen a la esperanza, pero nosotros creemos que primero viene el preocuparse para así saber que hay que mejorar. Desde la autocomplacencia se cambia poco. Y no se puede estar satisfecho con el cuadro inicial que pinta esta consultora global.
- El gasto en Educación en España, pese a haberse incrementado en una década un 30% por alumno, no ha garantizado la mejora de los resultados en PISA, donde estamos a la cola de la OCDE.
- Se han incrementado las desigualdades entre alumnos, socavándose así lo que era una de las tradicionales fortalezas del sistema español.
- España, con las diferencias enormes que hay entre comunidades autónomas, está por debajo de lo que le corresponde a su situación socioeconómica.
Según el informe, el análisis de lo que se ha hecho en otros países, que han mejorado sustancialmente en los últimos diez años, nos invita al optimismo. Y, lo primero, es no intentar ser Finlandia, es reconocer que tenemos que pasar de aceptable a bueno. Para ello, los consultores, después de entrevistar a bastantes protagonistas del sistema educativo español y conocer por su informe mundial las fortalezas de otros países, creen que es importante.
- Transparencia de resultados. Como dice el informe, “medir y compartir con transparencia el progreso del rendimiento de los estudiantes”. Medir responsabiliza a los implicados y se ve si dan resultados las acciones puestas en marcha. En Smartick, afortunadamente, esas medidas son diarias. Día a día vemos, o no, los avances de todos nuestros alumnos.
- Profesionalizar la docencia. Otra aspecto común a los países que han dado grandes pasos en la calidad de la educación ha sido conseguir atraer a la carrera de profesor a los mejores estudiantes que acaben el Bachillerato. Lo hizo Finlandia en los años 70, lo hizo Polonia a principios de la pasada década. En Reino Unido también se consiguió que ser profesor fuera una de las profesiones más anheladas.
- La autonomía de los centros y la importancia de la dirección de los mismos también es clave. España está a la cola de la OCDE en cuanto a la libertad que tienen los distintos colegios e institutos a la hora de implantar el curriculum o de contratar a profesorado. Canadá sería el ejemplo, donde se le da mayor libertad a los centros que demuestran buenos resultados –indispensable el punto uno—y menos a los que peor van.
El informe concluye que en los 20 países que han mejorado se encontraron con tres ingredientes en su momento: nuevo líder político, crisis económica e informe crítico con la situación educativa. ¿A qué estamos esperando en España? Sabemos las soluciones. Hay que querer. Nosotros queremos. Y hacemos lo que podemos y mejor sabemos. Enseñar matemáticas.
Para seguir aprendiendo:
- Un informe del BBVA vuelve a poner el dedo en la llaga
- Smartick en Cincodías.com
- Smartick en Cibersur
- Matemáticas de primaria: un hueso duro de roer
- ¿Hay que cambiar la forma de enseñar en los colegios?