“Eso es matemático” era una manera viejuna de zanjar una discusión. Una forma de decir que los números y los hechos avalaban una hipótesis del debate. Justo eso me dieron ganas de decir el otro día cuando, en Twitter, un seguidor, al proponer yo la carrera de Matemáticas como una con bastantes salidas profesionales, me dijo que “sí, claro, la docencia”. Pues no, nada más lejos de la realidad. Matemáticas tiene ahora muchas salidas y eso sí que es matemático.
Sin embargo, sigue arraigado en la mentalidad de muchos que, efectivamente, el futuro laboral de un estudiante de matemáticas es sólo la enseñanza.
En general, con un país con un paro tan alto, lo que me sigue admirando es que no haya programas de televisión donde se explique bien a los adolescentes el futuro de las carreras que pueden elegir.
La discusión en las redes saltó precisamente cuando el profesor de la Pompeu Fabra Benito Arruñada se preguntó en Twitter cómo era posible que tantos estudiantes con buena nota optaran por estudiar periodismo, una carrera con muchas dificultades ahora mismo para encontrar buenos trabajos. La respuesta seguramente es que ya sea por series de televisión, por la posibilidad de casarte con un Rey o con un portero de fútbol, de ponerte cerca de un pasillo de alfombra roja a entrevistar –es un decir— a una actriz o destapar el penúltimo escándalo de corrupción, el caso es que Periodismo tiene desde hace años atractivo mientras los sueldos se hunden y los ERES se multiplican. Eso es matemático.
Fue entonces cuando un seguidor dijo: “¿Y qué carrera no tiene ese futuro?”, a lo que yo puse como ejemplo matemáticas. Acababa de estar con una amiga que trabaja en un banco en Alemania y me había contado que en su equipo de análisis de riesgos había matemáticos.
Me acababa de leer el perfil de Reed Hastings, el CEO de Netflix, que es matemático. Lo mismo que este señor, James H. Simons, retratado en el New York Times. Simons tiene importantes publicaciones en su haber y, a la vez, fue de los primeros matemáticos en darse cuenta del futuro de los de su gremio en las finanzas.
De todas maneras, eran casi todo percepciones personales. Pero me encontré con este estudio de la Real Sociedad de Matemáticas de España, de hace ya siete años –y las cosas han ido a mejor para los matemáticos— en el que se decía: “Los resultados demuestran que los estudios de matemáticas, en sus diferentes especialidades, ofrecen unas expectativas laborales muy atractivas, de amplio espectro, más allá del ámbito comúnmente asignado de la Docencia, siendo los más destacados Administración de Empresas, Calidad, Producción e I+D, Finanzas y Banca, Informática y Telecomunicaciones, Ingeniería y Técnicos y Marketing y Comunicación”.
En Smartick no nos gustaría que todos nuestros alumnos se fueran directamente a estudiar matemáticas. Para nada. Pero sí que queremos que la gente sea cada vez más consciente de la importancia que tienen en este mundo tecnológico.
Sería de agradecer que ese informe de la Sociedad de Matemáticas llegara a manos de los estudiantes que hace unos meses orientaban en un aula de la universidad de Málaga a unos chavales de un instituto sobre las salidas de las carreras. Cuando llegó el turno de las matemáticas, dijeron: “Ya sabéis, opositar y eso”. Pues no, no sabemos. Hay muchas más salidas. Eso es matemático.
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