Todos tenemos una idea de lo que es la inteligencia. Sabemos del poder que tiene esa capacidad, ya que sin ella nuestra vida en el mundo no sería como es. Es gracias a la inteligencia que hemos logrado construir estructuras, entender el mundo y planificar la organización de nuestra vida de modo que sea lo más satisfactoria posible.
Esta capacidad está estrechamente ligada al logro académico de nuestros hijos, pero, ¿sabemos si la inteligencia es una capacidad indivisible o si por el contrario es una capacidad que está formada por distintas habilidades cognitivas?
Esta es la pregunta que trata de contestar un estudio elaborado por Demetriou, Mouyi y Spanoudis (2007), en el que utilizaron distintas pruebas diseñadas para medir procesos cognitivos de velocidad perceptual, control perceptual, control cognitivo, memoria de trabajo, integración de la información y razonamiento. Una de las hipótesis de este estudio es que la inteligencia puede ser estudiada como el resultado de la interacción de varios procesos agrupados a nivel jerárquico, en donde los procesos perceptuales (velocidad y control perceptual) se incluyen en el primer nivel de la jerarquía, los procesos de control cognitivo (control cognitivo y memoria de trabajo) en el segundo nivel y terminando con el nivel más alto de la jerarquía que incluye los procesos de integración de la información y el razonamiento. Así mismo, estaban interesados en ver cuáles de los distintos procesos son los que más explican las diferencias individuales en las pruebas de inteligencia durante el desarrollo.
Usando distintos métodos estadísticos, Demetriou y col. (2007) encontraron que el constructo de inteligencia que se mide en las distintas pruebas no puede ser identificado con una estructura especifica. La inteligencia es una habilidad muy compleja que resulta determinada por una interacción dinámica de los distintos niveles y sus respectivos procesos.
De la misma manera encontraron que el patrón de los resultados muestra que los procesos se desarrollan de manera escalonada, donde se ve que el incremento en procesos de velocidad facilita los mecanismos de control, los cuales a su vez facilitan los procesos de representación (memoria de trabajo, integración de la información e inferencias). En este sentido, los resultados sugieren que:
- el desarrollo del razonamiento implica más aspectos que los simples mecanismos de eficiencia en procesamiento, memoria de trabajo e integración de la información;
- las diferencias en edad en razonamiento es el resultados de las diferencias en el control ejecutivo relacionado con la capacidad de controlar la información que genera distracción e interferencia;
- encontraron que el razonamiento deductivo, al ser el que requiere más esfuerzo para los niños, requiere de mayor apoyo de los distintos procesos que promueven la eficiencia en el procesamiento (Demetriou, Mouyi, & Spanoudis, 2008).
Aún cuando estos datos no permiten llegar a conclusiones definitivas acerca de los procesos que están a la base de la inteligencia, nos permiten ver que en efecto la inteligencia es una habilidad que se construye en base a distintos procesos cognitivos. Esta información es importante para entender la contribución que procesos tales como la atención y la memoria de trabajo aportan a la eficiencia de las habilidades de razonamiento.
Referencias:
Demetriou, A., Mouyi, A., & Spanoudis, G. (2008). Modelling the structure and development of g. Intelligence, 36(5), 437–454. doi:10.1016/j.intell.2007.10.002
Para seguir aprendiendo:
- Hablemos de la inteligencia I
- Fortaleciendo el razonamiento a través del entrenamiento cognitivo
- Inteligencia y Atención
- Las habilidades cognitivas a lo largo de la edad adulta
- Rol de la memoria de trabajo en el aprendizaje de las matemáticas