La inteligencia es uno de los constructos psicológicos que más se han asociado a un mejor rendimiento tanto estudiantil como laboral.
En términos generales podríamos decir que la inteligencia se puede dividir en dos categorías: la inteligencia cristalizada y la inteligencia fluida.
- La inteligencia cristalizada se refiere a todo el conjunto de conocimientos, capacidades y estrategias que se adquiere a través del aprendizaje.
- La inteligencia fluida es la capacidad de adaptarse y afrontar situaciones nuevas de forma flexible y se expresa fundamentalmente a través de las habilidades que conforman el razonamiento (inductivo, deductivo, etc.).
Por mucho tiempo se consideró que la inteligencia fluida era una capacidad pre-definida por la genética y que no era susceptible a intervenciones educativas (Cattel, 1987). En la actualidad esta concepción es el centro de un debate ya que existe evidencia que abre las puertas a pensar en lo contrario.
Recientemente varios estudios han demostrado que después de participar en programas de entrenamiento cognitivo los participantes presentan un incremento en las puntuaciones de los test de inteligencia fluida (Rueda y col., 2012; Jaeggi y col., 2008). Dichos estudios utilizan programas de entrenamiento cognitivo que fortalecen procesos asociados a las “Funciones Ejecutivas”, tales como la atención ejecutiva, la memoria de trabajo o la flexibilidad cognitiva.
Sin embargo otros estudios han fallado en replicar este efecto o han encontrado evidencia que apunta a que los efectos del entrenamiento pueden influir en algunos test de inteligencia pero no en otros (Colom y col., 2013), sugiriendo que el entrenamiento no impacta a la inteligencia fluida como habilidad general sino que el impacto está más relacionado con el aprendizaje especifico a las tareas (Shipstead y col., 2012).
Aunque este debate es muy actual, existe evidencia que apoya la influencia positiva que el entrenamiento de funciones ejecutivas tiene sobre la inteligencia. Estudios que han investigado las bases neuronales de la inteligencia muestran que tanto las tareas que requieren razonamiento como las tareas que implican funciones ejecutivas activan las mismas áreas cerebrales (Barbey y col., 2012; Duncan y Owen, 2000). Por otro lado, estudios que investigan los procesos que sustentan la capacidad de razonamiento muestran que tanto la velocidad de procesamiento como las funciones ejecutivas son una base fundamental para las habilidades de razonamiento (Demetriou y col., 2008).
Por lo tanto, aún cuando la evidencia que existe actualmente no permite afirmar categóricamente que el entrenamiento cognitivo nos hace más inteligentes, sí nos presenta datos que permiten atacar la idea de que nuestra inteligencia no es modificable y abre la puerta a que puede ser fortalecida a través de potenciar los procesos que sustentan al razonamiento.
Referencias:
- Barbey, A. K., Colom, R., Solomon, J., Krueger, F., Forbes, C., & Grafman, J. (2012). An integrative architecture for general intelligence and executive function revealed by lesion mapping. Brain : A Journal of Neurology, 135(Pt 4), 1154–64. doi:10.1093/brain/aws021
- Cattell, R. B. (1987). Intelligence: Its Structure, Growth and Action. (p. 693). Elsevier.
- Colom, R., Román, F. J., Abad, F. J., Shih, P. C., Privado, J., Froufe, M., … Jaeggi, S. M. (2013). Adaptive n-back training does not improve fluid intelligence at the construct level: Gains on individual tests suggest that training may enhance visuospatial processing. Intelligence, 41(5), 712–727. doi:10.1016/j.intell.2013.09.002
- Demetriou, A., Mouyi, A., & Spanoudis, G. (2008). Modelling the structure and development of g. Intelligence, 36(5), 437–454. doi:10.1016/j.intell.2007.10.002
- Duncan, J., & Owen, a M. (2000). Common regions of the human frontal lobe recruited by diverse cognitive demands. Trends in Neurosciences, 23(10), 475–83.
- Jaeggi, S. M., Buschkuehl, M., Jonides, J., & Perrig, W. J. (2008). Improving fluid intelligence with training on working memory. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 105(19), 6829–33. doi:10.1073/pnas.0801268105
- Rueda, M. R., Checa, P., & Cómbita, L. M. (2012). Enhanced efficiency of the executive attention network after training in preschool children: immediate changes and effects after two months. Developmental Cognitive Neuroscience, 2 Suppl 1, S192–204. doi:10.1016/j.dcn.2011.09.004
- Shipstead, Z., Redick, T. S., & Engle, R. W. (2012). Is working memory training effective? Psychological Bulletin, 138 (4), 628–54. doi:10.1037/a0027473
Para seguir aprendiendo:
- Hablemos de la inteligencia I
- Las habilidades cognitivas a lo largo de la edad adulta
- Conociendo más acerca de la inteligencia
- La experiencia y los procesos cognitivos
- Influencia de la experiencia en el desarrollo del cerebro
ta facil com esto a prendi