En posts anteriores hemos comentado de la importancia que tiene la atención ejecutiva para los procesos de autorregulación de la conducta y del pensamiento. Así mismo, hemos mencionado que estas habilidades son importantes para varios aspectos de la vida diaria, tal como el rendimiento escolar, el éxito académico, una vida saludable, etc.
En el último siglo, las investigaciones acerca la atención han permitido describir los distintos procesos a través de los cuales ejerce el control en la conducta y el pensamiento. Entre dichos procesos podemos mencionar la inhibición de información distractora, inhibición de conductas y reacciones habituales, la monitorización de nuestros procesos y conductas, entre otros (Rueda, Posner, & Rothbart, 2005).
Sin embargo es importante mencionar que otro elemento que ejerce un apoyo importante a los procesos de auto-regulación es el lenguaje. A principios del siglo pasado el psicólogo ruso Lev Semionovich Vygotsky realizó observaciones muy importantes acerca del uso instrumental del lenguaje (Vygotsky, 1968). Vygotsky sugirió que el lenguaje no solamente es una herramienta para comunicarnos, sino que también juega un papel importante en los procesos de control cognitivo, de autorregulación, de razonamiento, de manipulación abstracta de nuestro entorno, etc (Vygotsky, 1978).
Si nos ponemos a observar la manera en la que buscamos algún objeto que se nos ha perdido en la casa, o la forma en la que tratamos de resolver algún problema del trabajo, o algún ejercicio de matemática, nos daremos cuenta de que en todo momento utilizamos el lenguaje para guiar nuestro pensamiento. A veces es difícil que nos demos cuenta, porque en los adultos este proceso ya está muy automatizado. Sin embargo cuando observamos a los niños en el período en el que adquieren el lenguaje (entre de los 2-5 años), veremos que no solamente lo usan para señalar o identificar objetos sino que también descubren que a través del lenguaje pueden ser capaces de dirigir su atención a objetos, describir las situaciones para memorizarlas, así como también para manipular de manera abstracta situaciones que planteen problemas de forma que puedan descubrir la solución.
Estos son sólo unos ejemplos de las varias situaciones en las que interviene el lenguaje como apoyo a nuestros procesos de razonamiento y autorregulación. En los siguientes posts seguiremos abordando la interacción del lenguaje y la regulación del pensamiento y las conductas, las etapas a través de las cuales el lenguaje se interioriza como herramienta, así como también la forma como los padres y tutores pueden apoyar el desarrollo del niño a través de enseñar el uso instrumental del lenguaje.
Referencias:
- Rueda, M. R., Posner, M. I., & Rothbart, M. K. (2005). The development of executive attention: contributions to the emergence of self-regulation. Developmental Neuropsychology, 28(2), 573–94. doi:10.1207/s15326942dn2802_2
- Vygotsky, L. S. (1968). Pensamiento y Lenguaje (Vol. 1956).
- Vygotsky, L. S. (1978). Mind in Society: The Development of Higher Psychological Processes. Cambridge, MA: Harvard University Press. Retrieved from http://books.google.com/books?hl=en&lr=&id=Irq913lEZ1QC&pgis=1
Para seguir aprendiendo:
- El lenguaje y sus múltiples funcionalidades
- La atención y la autorregulación
- Lenguaje, cognición y autorregulación III: La zona de desarrollo próximo
- La atención: tres redes del modelo neurocognitivo
- Desarrollo de la auto-regulación durante la infancia
Muy interesante la información que has elaborado y la difundiré entre los profesores con quienes cursan talleres conmigo para que tratemos de dar mayor importancia al lenguaje durante las clases.
Me gustaría saber más de la atención plena.
Gracias!!!
Saludos Mónica,
Gracias por tu comentario y también por compartir la información con los profesores. Es un tema muy importante y a veces poco conocido. En los siguientes post seguiré escribiendo más detalles acerca de la relación lenguaje y auto-regulación. Así mismo también hablaré acerca de la atención plena.
Gracias por tu sugerencia e inquietud.
Saludos cordiales y muchas gracias!
Joan Paul