El ritmo en el aprendizaje lo entendemos como el tiempo que cada persona necesita para integrar un aprendizaje nuevo. El ritmo de cada individuo es diferente.
Respetar el ritmo de cada niño
Muchos autores hablan de niños con aprendizaje lento, moderado o rápido en función de las destrezas o habilidades que han desarrollado, o en función de los estándares propuestos en la educación reglada que los evalúan.
Sin embargo, no todos aprendemos a la misma velocidad. Hay muchos factores que pueden influir (entorno, estimulación infantil, familias, genética, enfermedades o traumas). A pesar de todo esto, nos evalúan por igual y hay márgenes muy estrechos para respetar a aquellos niños que necesitan más tiempo. En la escuelas aún cuesta que se tengan en cuenta las diferencias individuales, las potencialidades de cada alumno o su ritmo de aprendizaje.
Hay métodos educativos o programaciones que tratan de evaluar a los niños en función de la velocidad con la que aprenden en casi todas las etapas. Es especialmente importante que se respete la etapa de educación infantil, donde se establecen las bases neurológicas para los siguientes aprendizajes. En esta etapa inicial es muy recomendable que cada individuo madure lo suficiente en cada fase de desarrollo antes de pasar a la siguiente.
Ir más rápido no es una ventaja
Desde la Neurodidáctica sabemos bien la importancia de respetar las diferentes etapas de desarrollo, las ventanas de aprendizaje (o periodos críticos). También se debe respetar el tiempo que cada niño emplea en de cada una de estas etapas para que se consoliden bien, sin saltarse ningún proceso básico importante. «No correr antes de andar». «No poner a caminar a un niño que aun tiene que gatear»…
Es importante tener experiencias de autonomía para mejorar la autoestima
Acelerar de forma excesiva ciertos aprendizaje, como por ejemplo la lecto-escritura cada vez más presente en la etapa de Educación Infantil, puede suponer una experiencia negativa para muchos niños. En especial, en aquellos casos en que se ven incapaces de conseguir ciertas habilidades y viven sus primeras experiencias de fracaso. Esto afecta a su autoestima y a la imagen que van construyendo de si mismos, «no me sale”, “no soy tan listo”. No se sienten capaces de alcanzar las expectativas que les proponen. Además, entran en competencia con sus compañeros de clase comparándose constantemente, lo que incentiva el uso de autocríticas, la frustración y ciertas etiquetas impuestas por no respetar el ritmo de aprendizaje.
Hay modelos educativos en los que no se fuerza a aprender a leer o escribir hasta que el alumno no ha pasado los 6 años o hasta que los educadores ven si ha adquirido las habilidades previas necesarias. Esto no condiciona el aprendizaje posterior de la lectura. En ocasiones incluso lo mejora.
Isabel Cabanellas, autora del libro «Ritmos Infantiles. Tejidos de un paisaje interior», comenta en una entrevista que la situación ideal «es aquella en la que al niño y la niña se les plantean retos y disfrutan consiguiéndolos. Una infancia en la que el adulto respeta también sus tiempos, y que les ayuda, pero desde detrás. El niño siente que su madre y su padre le apoyan pero no le dictan, ni le resuelven el problema. Le respetan su modo particular de actuar. De esta manera, logrará sus propias conquistas, se responsabilizará de ellas y se enorgullecerá de sí mismo. También aprenderá a procurarse a sí mismo la felicidad».
El aprendizaje no debería ir acompañado de ansiedad
No es una competencia entre alumnos, profesores o centros educativos para ver quién consigue las mejores marcas a cualquier precio.
El aprendizaje debería ir acompañado de curiosidad. El poder del descubrimiento en la motivación intrínseca es imprescindible para activar la curiosidad y mantener el deseo de seguir aprendiendo siempre. Sin juicios, sólo el placer de descubrir sin que nadie te diga que eso no es así o que eso no sirve.
En Smartick nos importa mucho que cada niño aprenda a su ritmo, por eso nuestro método es individualizado y adaptado al nivel de cada uno. Gracias a la inteligencia artificial, funciona para niños de altas capacidades y para niños con necesidades especiales. Para niños que van por detrás en el cole y necesitan alcanzar el nivel de la clase y para niños con capacidades ociosas. Para respetar el ritmo de cada niño, Smartick no sigue el curriculo escolar sino que se va adaptando, ejercicio a ejercicio, al desempeño de cada uno.
Referencias:
- Sobre el ritmo en la infancia. Entrevista a Isabel Cabanellas., autora del libro «Ritmos Infantiles. Tejidos de un paisaje interior».
Para seguir aprendiendo:
- 8 diferencias en educación entre españoles y nórdicos
- Las cinco etapas de la práctica deliberada
- Autonomía y rendimiento escolar
- Aprender a leer jugando es posible
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- Familias monoparentales y retos en la educación - 23/10/2019
- Rol de los abuelos en la educación de sus nietos - 18/09/2019
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Hola amigos, me fascina la información recibida, soy docente de preescolar, uno no deja nunca de aprender y ustedes facilitan mejor este proceso, estos momentos con nuestros alumnos y está conexión especial para con los padres de familia. Gracias.