A veces olvidamos que el hogar familiar es un puzzle en el que deben encajar todas las piezas que lo conforman, es decir, la familia es la suma de todos sus miembros. Está demostrado que implicar a los pequeños en las tareas domésticas les aporta un crecimiento a nivel psicológico en aptitudes como el sentimiento de responsabilidad, independencia, autoconfianza, colaboración, valoración del esfuerzo y en la importancia del trabajo en equipo.
Para comenzar, es importante recordar que:
- Las tareas que vayas a delegar a tu pequeño tiene que estar en concordancia con su edad madurativa pues, de lo contrario puedes acabar generando un sentimiento de ansiedad, desmotivación y negativa hacia ellas en el futuro.
- Valora siempre el esfuerzo frente al resultado. Por término general, exigir la perfección en la ejecución de una tarea no es el camino adecuado. Se debe premiar su intención e iniciativa y enseñarle cómo puede hacerlo mejor en el futuro.
- Los padres sois su ejemplo de conducta. Muestra una actitud positiva cuando realices las tareas diarias.
- Comienza siempre por una tarea sencilla y concreta, en el que el objetivo sea claro. Por ejemplo en lugar de “ordena todo tu cuarto”, ¿Qué os parece si lo cambiamos por “ordena los juguetes”?
- Es un grave error utilizar las tareas domésticas como “castigo”, ya que inconscientemente estamos contaminándolas de una carga emocional negativa.
¿Qué actividades podemos comenzar a delegar?
- Recoger los juguetes cuando acaben de jugar. De una manera inicial debemos apoyar y acompañarle haciendo esta actividad de una manera sencilla y divertida.
- Cuidar las mascotas. Transferir parcialmente el cuidado del animal le hará sentirse con el “rol de padre”. Esta responsabilidad temprana le hará madurar emocionalmente.
- Regar las plantas. Una bonita forma de iniciarle en esta actividad es ir juntamente a una floristería y comprar la planta que elija. A partir de ese momento, será el único responsable de su cuidado.
- Participar activamente en la cocina: Tanto ayudando a poner y quitar la mesa, como haciéndoles de pinches de cocina. Inconscientemente, con el aprendizaje de esta actividad estáis educando en limpieza, planificación, trabajo en equipo, responsabilidad y además ¡Conseguís un rico plato que compartiréis conjuntamente!
- Ayudar en las tareas domésticas de limpieza: barrer, fregar, limpiar el polvo… Así como el uso de los diferentes electrodomésticos.
- Encargar la compra semanal. Esta actividad debe ser programada ascendentemente. Empezar por pequeños recados es una buena opción. ¿Qué les aporta? Un aprendizaje de interacción social, de funcionamiento del mercado, uso del dinero, cuentas, del valor de la vida real…
Para seguir aprendiendo:
- Cómo cultivar el sentido de la responsabilidad en los niños
- ¿Qué es el desaprendizaje? ¿Cómo luchar contra él en verano?
- La importancia del deporte para aprender y consolidar valores
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Gracias. He vibrado con vuestra reflexion