Dijimos que volveríamos para contarlo y aquí estamos, de vuelta de BETT, la feria de tecnología educativa más importante del mundo. Se celebra en el pabellón de congresos de Londres, el ExCel, en unos muelles antiguos del Támesis. ¿Nuestras impresiones? Por partes.
BETT es abrumador
Después de cuatro días daba la sensación de que te podías haber perdido algo. Un ejemplo: había tres auditorios con programación simultánea. El pabellón tenía varias puertas con acceso a tres pasillos principales con cientos de expositores. Nosotros agradecimos estar bajo la bandera de España con el ICEX, en un pabellón que estaba muy bien montado para darnos visibilidad. Hemos descubierto, por ejemplo, que estar en una esquina es estupendo para atender a dos pasillos.
Grandes tecnológicas
No estaba Apple, que había organizado un evento para profesores el día anterior en Londres, pero sí estaban Google y Microsoft, las dos con unos stands impresionantes. Con espacio para pequeños auditorios en los que se explicaban los distintos programas de las dos empresas para las aulas. De hecho, nosotros estábamos enfrente de Microsoft, David y Goliat. Pero, esto nos lleva al siguiente punto.
Small is beautiful
Smartick es una empresa pequeña para lo que había en BETT, pero no era la única de ese tamaño. Mi percepción personal es que los stands demasiado grandes hacían que no supieras por dónde empezar a mirar. Eran todo pantallas enormes en diferentes paneles. Sin embargo, en los pequeños, notabas las ganas del personal por contar sus proyectos y cómo funcionaban. Venimos contentos, además, porque no vimos ningún producto con un propósito tan claro como el nuestro: matemáticas a medida de cada niño para que lo haga 15 minutos todos los días. Es más, vinimos convencidos de que nuestra labor de darle a los padres lo mejor de la enseñanza de las matemáticas, sin necesidad de pasarse horas buceando por la red en busca de recursos gratuitos, cada vez tiene más valor.
Público
Nos encontramos sobre todo con profesores y con responsables educativos de colegios, además de distribuidores de productos de distintas regiones. Había asiáticos (pudimos hablar con gente de Singapur, China, India y Corea del Sur), pero también latinamericanos, rusos, noruegos, daneses, franceses, alemanes, italianos… Y, sí, españoles. Nos hizo mucha ilusión que nos saludaran Ana, Carlos y su hija Gabriela, de Coruña, que lleva tiempo haciendo Smartick. Y Juan Luis , que trabaja en Amazon en Luxemburgo y tiene cuatro hijos Smartick. También fue un placer charlar con Javier Tourón. Es admirable cómo está siempre a la búsqueda de recursos que puedan ser útiles para los niños de altas capacidades.
No seguimos ningún curriculum
Esa fue de las frases más repetidas en nuestro stand. Eso hacía que algunos profesores lo vieran con escepticismo pero a otros muchos les encantara. Explicamos que tenemos a un equipo de matemáticos y de pedagogos que estudian a fondo distintas maneras de enseñar matemáticas. Lo aplicamos en una plataforma que, cada seis semanas, se actualiza. Eso nos permite que usen Smartick niños de cien países. Somos un entrenamiento de matemáticas que va mucho más allá del temario de los libros de primaria y se adapta a cada niño.
Tendencia a no usar el inglés
No sabemos si es una tendencia importante o no, pero comprobamos que los nórdicos no empiezan a aprender inglés en primaria e incluso pudimos hablar con un profesor noruego que nos decía que sus alumnos usan otros idiomas propios del norte del país. También hubo israelíes que nos dijeron que sólo interesaba Smartick si lo traducíamos al hebreo, islandeses al islandés o austriacos al alemán.
Descubrimos productos maravillosos
En el pabellón del ICEX estábamos al lado de Chiara. Allí, comprobamos cómo unas gafas de realidad virtual pueden cargar varios escenarios con actores reales en auditorios para ensayar cómo se habla en público. Al acabar, dan feedback sobre cómo ha sido el tono de voz, la riqueza del vocabulario, la seguridad al hablar… Les va muy bien y les irá mejor porque en España (y en el mundo) necesitamos mejores matemáticas y, sí, también hablar mejor en público.
Pabellones nacionales
Nos paseamos por el de Israel, para enterarnos de una gran feria de inteligencia artificial que celebran en septiembre. Nos llamó la atención el inmenso de Egipto, donde presumen de estar dando la vuelta a la educación (“mentira”, nos dijo el director de un colegio). En el francés descubrimos Marbotic y nos quedamos con ganas de probarlo para los más pequeños. Muy interesante cómo interactúan las piezas de madera con las pantallas.
Nuestra singularidad
En definitiva, hemos vuelto de BETT con las pilas cargadas para seguir nuestro camino porque hemos confirmado que somos un método único. Sí, los hay que siguen los curriculum nacionales. Hay millones de ejercicios gratis on line. Pero nadie se ha molestado en cocinar el plato perfecto de matemáticas adaptado a las necesidades de cada niño. Nadie ha hecho esa mezcla de matemáticas serias y un poco de gamificación para mejorar la motivación. Algunos nos dijeron que era caro. Le hablamos de otras opciones físicas que cuestan el doble y, sobre todo, les animamos a que hicieran la prueba gratuita. Nos encanta que nos pongan a prueba y comprueben que Smartick vale lo que cuesta.
Ha sido una experiencia intensa, creemos que hemos sembrado mucho. Y, en principio, volveremos a BETT el año que viene. Con el ICEX. Marca España.
Para seguir aprendiendo:
- Smartick, el profe virtual de matemáticas que llega a 100 países
- Smartick en BETT 2019, la mayor feria de educación a nivel mundial
- “Smartick es más cómodo que clases con un profesor particular”
- Necesitamos más películas sobre profesores
- Profesores: ¿qué sabemos de ellos? (I)