Lucía, una de las hijas de Helena, en primero de la ESO aprobó todas las asignaturas salvo matemáticas. Hubo que acortar las vacaciones familiares para que tratara de aprobar en septiembre. Fue una compañera de trabajo la que le recomendó Smartick, porque sus dos hijos lo hacían ya. “Cuando Lucía empezó a hacer Smartick en septiembre y mejoraron las notas, me llamó el colegio para ver qué había pasado, sacó sobresaliente en refuerzo de matemáticas”, explica Helena, muy contenta con la decisión que tomaron.
“Smartick me ha ayudado sobre todo a colaborar con los deberes con el tiempo que yo no tengo”, explica sobre la aportación del método a la dinámica familiar. “Con una familia de cuatro hijos, los padres trabajando, no nos podemos sentar a hacer los deberes con ellos”, explica, “y Smartick te ayuda a descubrir las capacidades que tienen tus hijos”.
“Recomiendo Smartick por el cambio en las notas de mi hija Lucía”, dice Helena y porque, si no existiera, “tendría que estar con cada uno, por las tardes, haciendo matemáticas, aparte de otras asignaturas, o sea, muy difícil”.
“Hay personas que piensan que es como un juego en un ipad, pero si profundizas, la rutina diaria, la forma personal de hacer cada uno sus sesiones…”, es fácil darse cuenta de que es bastante más que eso.
Dejamos aquí el vídeo completo con el testimonio de Helena:
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