Nos encanta saber de Luis. La última vez, iba camino de cumplir un objetivo muy importante: 365 días seguidos haciendo Smartick. Un año. Con ganas, sin ganas, cansado y animado. Él es así, de los niños que se proponen un reto y lo consiguen. A largo plazo, nada del placer inmediato de una partida de Fortnite. Le gusta medirse a diario con Smartick pero sabiendo que los resultados no son mágicos ni llegan sin esfuerzo. Y que la constancia, los buenos hábitos, no sólo se ven en las notas, se aprecian también en el carácter, que no deja de ser la herramienta más útil con la que enfrentarnos a las vicisitudes de la vida. Matemáticas y carácter no parece mala combinación: propiciarla es algo de lo que estamos orgulloso en Smartick.
El otro día volvimos a saber de Luis. ¿Cómo seguiría? ¿Se habría dado por satisfecho con 365 días seguidos? Pues no, llevaba 482 días. ¿Qué había supuesto eso? “He ido a una convivencia de dos días del colegio intensiva en inglés y me levanté muy temprano ese día para llevarme Smartick hecho y, al día siguiente, cuando volví, también me dio tiempo a hacerlo”, explica Luis, que siempre hace Smartick con su perro.
Le gusta sentirse cómodo en el cole: “Cuando dimos divisiones con decimales en el colegio, el único que levanté la mano porque me lo sabía era yo”, explica. En Smartick sabemos que eso es un factor de motivación: los alumnos, luego, en clase, se sienten muy seguros. Luis tiene sobresaliente en matemáticas, claro. Y en casi todo, porque se confirma que la nota de matemáticas es un predictor potente, en general, del rendimiento escolar.
Es inevitable preguntar cómo consigue motivarse y la respuesta, en su caso, es obvia: “Me gustan los retos”. Y su reto diario es hacer Smartick, conseguir muchos días seguidos. La verdad es que estamos muy orgullosos de él pero tenemos una mala y, a la vez, buena noticia para Luis: no es el que más sesiones seguidas lleva. Hemos querido comprobarlo y hemos dado con unos datos increíbles. Tenemos a un campeón en Valencia que lleva 1400 días seguidos haciendo Smartick, eso significa no fallar ni un solo día en casi cuatro años. Gracias a Luis nos hemos propuesto contactar con él. Pero es que tenemos a 15 niños que llevan más de 600 sesiones seguidas.
Dense cuenta de qué significa eso: días alegres, días tristes, días con unas décimas de fiebre, días con sueño, días con mucho barullo en casa, días de viajes, días de cansancio. Y a ellos les ha dado igual. Han hecho Smartick con la misma constancia con la que uno se lava los dientes, se pone el pijama, desayuna, come, merienda y cena. Si nosotros aconsejamos que conviertan Smartick en un hábito, estos niños son nuestros alumnos ejemplares.
Como Luis. Los padres nos aconsejan que, aunque hay niños como su hijo, puede que otros, cuando flaqueen, quieran ver en la pantalla un “Nos vemos mañana”. Que sería una manera de que sepan que estamos ahí, detrás de la pantalla, de carne y hueso, esperando a que hagan su sesión. Muchas gracias por el consejo.
Sigue así, Luis. Ahora, además, ya sabes que no estás solo. Por el mundo tenemos alumnos que se toman Smartick con la misma responsabilidad que tú.
Para seguir aprendiendo:
- «Smartick es el método con más inteligencia detrás»
- Multiplicaciones de números seguidos de cero
- «Smartick es una metodología que se personaliza»
- La niña de 10 en matemáticas y una enorme fuerza de voluntad
- Alegría de fin de curso: el equipo Smartick de Nena Paine
Enhorabuena Luis. Todo un ejemplo de perseverancia e interés en las matemáticas. Campeón.