Todos los años, cuando llega junio, en Smartick miramos quiénes son los niños que más sesiones han hecho durante el curso y siempre nos llevamos sorpresas muy agradables. Parece difícil de creer pero hay muchos niños que han fallado un par de días en un año completo. Hacen su sesión diaria con algo de fiebre, en Navidad, en vacaciones de verano, todos los fines de semana. Carla es una de ellas. Lleva con nosotros desde los cuatro años y, durante este curso, ha fallado sólo dos días. Dos.
Hablamos con su padre, Juan Luis, de cómo lo consigue, de cómo es Carla y de Málaga también, porque vive en Madrid pero es boquerón (así se conoce a los malagueños), como uno de los fundadores de Smartick. Él lo sabía y le hizo ilusión que así fuera.
¿Cómo conociste Smartick?
Por un amigo. Le estaba contando cómo a Carla, entonces con cuatro años, le gustaban mucho los números y me dijo que sus hijos hacían Smartick, que lo probara. Yo veía que Carla tenía aptitud, sabía que le iba a gustar. Hicimos el período de prueba gratis y desde entonces. Creo que fue diciembre de 2014. Desde el primer curso de infantil.
Al principio, a lo mejor estabas más cerca de ella cuando lo hacía, aunque los ejercicios están locutados para que los que aún no saben leer también sean autónomos…
Sí, pero siempre hemos procurado que lo hiciera sola. Se lo digo siempre, que yo no le puedo ayudar en nada, porque entonces Smartick no sabe si lo está haciendo ella o yo. Yo miro, oigo y callo. Hay que dejarlos que lo hagan solos.
¿Hay en casa una especial inquietud por las matemáticas?
Bueno, de siempre me han gustado mucho. Y cuando veo que a Carla no le ha quedado algo claro con un tutorial, le pongo yo ejemplos prácticos, como uno último con las potencias, muy gráfico. Yo creo que era aficionado desde que nací. Se me daban muy bien pero a mi hermano gemelo no, pese a tener el mismo profesor, así que le explicaba yo. Y a otros amigos, antes de los exámenes. Creo que si de pequeño hubiera tenido Smartick, me lo habría acabado con seis años.
¿Cómo consigues una rutina para que Carla casi no falle ningún día?
Porque “llega la hora de hacer Smartick”, que, de lunes a viernes, suele ser entre las siete y las siete y media. Los fines de semana un poco antes. Da igual que esté mala, lo quiere hacer.
¿Se nota en el colegio que hace Smartick?
Va fenomenal. Ella ya se sabía todas las tablas de multiplicar cuando no habían empezado en su curso. Pero no le ha afectado, no me dice que se aburra, ella va al ritmo de la clase y en casa hace Smartick
¿Qué es lo más le gusta a Carla?
Las fracciones le gustan mucho y los problemas y tener que darle la vuelta para llegar a una deducción lógica. Eso es lo que más le gusta. Las potencias ahora también. Cuando se las pusieron yo creía que se había saltado varios niveles, pero no, y las entiende. Me sorprendió.
Si pudiera pedir un deseo inmediato de mejora en el pozo de los deseos de Smartick, ¿qué sería?
Pues poco o nada, la verdad.
¿Les parece raro en su entorno que tu hija haga matemáticas extra?
Sí, piensan que ya le dedican tiempo a las clases y que el resto es para jugar pero es que Smartick sólo son 15 minutos.
¿Sois en casa especialmente conscientes de la importancia de las matemáticas?
Sí, son muy importantes, pero creo que para darte cuenta de eso te tienen que gustar. Hay gente que, por mucho que se lo expliques, si no les gusta, no hay nada que hacer.
Carla tiene una hermana de apenas dos años que ya quiere hacer Smartick. Va a tener en Carla una buena maestra de hábito, constancia y amor por las matemáticas. Como su padre.
Para seguir aprendiendo:
- «Smartick ayuda mucho a que les guste las matemáticas»
- “Smartick me interesó por ser online, desde casa”
- “Valen más 15 minutos al límite de la zona de confort que una hora sin reto”
- Loubna, una niña Síndrome de Down y sus aciertos en Smartick
- “Smartick es más cómodo que clases con un profesor particular”
