Hay padres así. Como Esther. Que cuando le animan desde el colegio a que su hijo mayor se familiarice con una tablet, que no se dejaba tocar en su casa, piensa en que la use para hacer Smartick. Por eso, consigue que Santiago vea Smartick como el juego que se puede usar en la tablet. Y luego, además, logra ilusionar a su hija regalándole Smartick por su cuarto cumpleaños.
Lo hemos dicho alguna vez: estos padres nos dan esperanza, por eso nos encanta hablar con ellos. Porque existen los que creen que sus hijos tienen capacidad de esfuerzo más allá de los deportes (aunque también hacen deporte, claro, rugby en este caso). Porque son capaces de motivarles simplemente explicando que saber más es una maravilla. ¿Derrotismo en la educación? No, mientras haya familias así.
¿Cómo conociste Smartick?
Fue a través de una amiga que trabaja en Smartick. Luego supimos que otros amigos de grupos distintos también lo conocían y sus hijos lo hacían.
¿No viste excesivo que fueran matemáticas para niños como Santiago, de cuatro años entonces?
Es que no fue por las matemáticas. En el colegio nos dijeron que a Santiago no le gustaba la tablet, prefería jugar con plastilina o pintar, principalmente porque en casa el ordenador, el móvil y la tablet son herramientas de trabajo y no las tocaba para jugar. Por tanto en el colegio tampoco la utilizaba. Fue cuando la tutora nos dijo que debía acercarse a las pantallas táctiles y nuevas tecnologías. Para nosotros suscribirle a Smartick fue la manera productiva de que se familiarizara con las nuevas tecnologías aprendiendo matemáticas.
Así sabes que no está perdiendo el tiempo.
Después de la sesión de Smartick tiene los juegos diseñados para la memoria, la lógica, la rapidez… le encantan el simón, el del camaleón, el del lobo y las ovejas… Son juegos constructivos y rápidos.
Cuando empezó Santiago no sabía ni leer.
Claro, todos los ejercicios eran locutados. Y cuando empezó a leer le costaba un poco porque empiezan a leer con las letras de caligrafía continua y no con la impresa normal. Sería recomendable que desde los 4 a los 6 años la tipografía de letra fuera de caligrafía continua. Les facilitaría la lectura.
Santiago es tan pequeño que tampoco habrá visto muchas matemáticas en el colegio.
Sumas, restas y cosas muy básicas. Sí que se sorprenden en el colegio de que va rápido, ahora hace sumas y restas con “llevadas” y está empezando con las multiplicaciones. Están impresionados de lo seguro que va. En el colegio han notado un gran cambio y nosotros consideramos que el rugby y Smartick le han hecho más fuerte. Es un niño de tamaño pequeño, zurdo, con gafas… pero que se come el mundo, se cae y se levanta sacudiéndose el polvo, ahora va muy seguro. ¡Es un tío grande!
Los dos sois abogados, o sea, nada de afición a las matemáticas.
Por eso hemos visto la necesidad de las matemáticas, son fundamentales porque están en muchos aspectos de la vida. Queremos que nuestros hijos puedan elegir lo que quieren estudiar y/o ser de mayores, esperamos que no lo elijan por eliminación o porque se le den mal las matemáticas.
¿Tiene una rutina para hacerlo?
Él sabe que lo tiene que hacer y ¡le gusta! Se levanta y lo hace por las mañanas, lo primero de todo, incluso el fin de semana. Es así, no nos lo creemos. Para él es como un juego de la tablet, le encanta acumular tics y comprar algún detalle para su avatar. Santiago se engancha a Smartick cada día desde hace más de dos años.
¿Cuándo empezó Ana?
Se lo regalamos en febrero por su cuarto cumpleaños. Estaba muy contenta porque siempre miraba a su hermano hacer la sesión. Es cuestión de cómo se lo vendas. Se sintió mayor y se puso súper contenta porque ya tenía su propio avatar, su nombre y su sesión.
¿Miráis la Web de Padres?
Normalmente, no. Sí lo he hecho alguna vez y tuve que llamar porque Ana estaba haciendo cosas que no le correspondían a su edad, hacía unas sesiones maravillosas, complicadas y sacando un 90% bien. Resulta que se lo estaba haciendo Santiago. Tuve que pedir que la volvieran a poner en su nivel.
¿Usáis alguna manera de motivación con objetivos?
Sí, les pongo cosas que vamos a hacer de todas maneras durante el fin de semana, pero a ellos les motiva, por ejemplo ir al cine, a comer con los abuelos, a montar en bici… cosas sencillas.
Para seguir aprendiendo:
- «Me recomendaron Smartick para mejorar la atención de mi hijo»
- “Les gusta cuando en el colegio dan algo que han visto en Smartick”
- “El conocimiento te hace más fuerte y eso lo logró Smartick con mi hijo”
- “Smartick ha hecho a mis hijos más ágiles mentalmente”
- «Comparado con Aloha y Kumon, Smartick, desde la tablet, me pareció perfecto»