En Smartick nos pasan estas cosas. Padres como Julio que llaman a decirnos que su hijo lleva diez meses seguidos, 320 días, haciendo Smartick. Y que le gustaría contar su experiencia. Padres que se admiran de la responsabilidad intrínseca de sus hijos, niños a los que no se les presta atención en un mundo lleno de malas noticias. Pero existen. Con curiosidad, con expectativas, con responsabilidad, con disciplina autoimpuesta.
Primero, el consejo de Luis, nuestro protagonista de hoy, a los demás niños Smartick. Muy importante: “Les aconsejaría que se propongan una meta. Yo me he propuesto un año seguido”.
¿Y qué supone semejante propósito en la vida de un niño de nueve años? “Este verano, en la playa, nos fallaba la conexión porque la antena del apartamento estaba un poco anticuada y tuvimos que irnos de la playa al pueblo para hacerlo”, explica Luis. “Y teníamos que llegar antes de las doce de la noche, porque si no pasaba un día sin sesión y no podía ser. Lo hizo más tarde de las once”, explica Julio. “Cenicientos” Smartick, corriendo antes de que las agujas marquen la medianoche. También acaba su sesión estando malo: “Hace unos días con un poco de fiebre, tos y mareos”. Incluso, nos cuenta su madre, lo ha hecho después del cumpleaños de amigos, agobiado porque se hacía tarde.
¿Cómo conocisteis Smartick?
Llegué después de estudiar varias alternativas. Y me pareció que era el que tenía más inteligencia detrás.
¿Por qué tenías esa inquietud por darle un extra de matemáticas a Luis?
Porque es una materia que tiene una utilidad funcional en todos los órdenes de la vida. Te enseña a razonar, a ordenar. Sé que es fundamental, estudié ciencias y algunos cursos de ingeniería. Se las va a encontrar haga lo que haga: cualquier conocimiento para ser útil y riguroso debe tener una base de matemáticas. Que, además, es un lenguaje universal. Además, es la asignatura en la que los niños pueden presentar dificultades.
O sea, que Smartick sirva como una especie de vacuna…
Bueno, más bien que estuviera impregnada de un sentimiento positivo desde el principio. Además, Luis es un niño que necesita estar estimulado.
¿Hay una rutina para hacer Smartick en vuestra casa?
Se hace todos los días después de los deberes del cole, un momento en el que ya hay menos presión, él es quien pide hacerlo. Es una especie de liturgia diaria.
¿Cómo se motiva para hacerlo?
(Contesta Luis) Me hizo ilusión cuando llegué al podium de Smartick. Me sentí muy bien.
¿Notas en el cole que vas muy seguro con las matemáticas?
Sí, saco nueves y dieces. A la vuelta del verano, el primer control, un 9,5. y me sentí muy bien. (Ahora habla Julio: Y me dijo que creía que era por Smartick).
¿Hacer algo extra de matemáticas es algo raro en vuestro entorno?
No, lo ven como algo positivo. En clase de Luis hay mucho nivel porque hay una madre profesora de Kumon y hay varios niños que lo hacen. Entre Kumon y Smartick…
¿Te gustan las sesiones de programación, Luis?
Si.
¿No te frustras a veces?
(Contesta Julio) El que se frustra soy yo cuando veo la solución elegante que ha encontrado Luis y yo habría dado más vueltas.
¿Se nota que le gustan los números?
Se ha inventado la ley de las matrículas, ya ha empezado a pensar en modos matemáticos. Dice que si eliges uno de los cuatro números de la matrícula, operando con los otros tres puedes llegar a ese elegido.
¿Qué quieres ser de mayor?
Quiero hacer una carrera que sea mitad genética, física cuántica y también estudiar libros de robótica.
Pues, claramente, le vemos maneras para conseguirlo. Nosotros seguiremos aplicando la mejor inteligencia artificial al método para ayudarle.
Ha sido un auténtico placer charlar con una de estas familias de las que aprendemos.
Para seguir aprendiendo:
- ¿Por qué Smartick no coge vacaciones?
- «Smartick es una metodología que se personaliza»
- Luis: 482 días seguidos haciendo Smartick…y no es el que más lleva
- “Los 15 minutos de Smartick ya son una costumbre en casa”
- “Mi hijo disléxico mejora con Smartick”
Desearía conocer como se hace para ser tutor y para cuantos niños puede servir una suscripción,
Intenté en su momento hacer la prueba gratuita con un niño, pero encontré que aparentemente se requería la existencia de un tutor, y tal vez estaba pensado para usar, no de forma individual, sino para un grupo de niños.
Por otro lado, me gustaría utilizarlo en Argentina, y en la prueba gratuita que intenté brevemente, me dio la impresión de que el sistema no está disponible allá.
Les agradecería me expliquen cómo funciona el sistema o me indiquen donde puedo encontrar esa información
Hola María Laura:
Smartick es un método online de aprendizaje de matemáticas personalizado, es decir, los ejercicios se adaptan al nivel y ritmo de aprendizaje de cada alumno. No es posible tener por tanto una suscripción de grupo o familiar. Cada niño tiene un nivel y ritmo de aprendizaje diferente y Smartick propone a cada uno ejercicios a su medida. Una suscripción sirve para un niño, aunque el tutor lo puede ser de varios.
En el proceso de registro solicitamos en primer lugar los datos del tutor, padre o madre (correo electrónico y contraseña) y a continuación se registra cada uno de los hijos (usuario y contraseña), indicando para cada uno su fecha de nacimiento y si tiene algún tipo de necesidad educativa especial. Es importante que todos los hijos se registren a partir del mismo correo de tutor (o padre), para que sepamos que son hermanos y puedan aplicarse los descuentos por número de hijos.
Smartick, al ser un método online, está disponible en todo el mundo. Tenemos alumnos en más de 100 países. Lo que no es posible es pagar en todas las divisas del mundo. Por ahora tenemos disponibles 10. En el caso de Argentina se puede pagar en dólares o en euros.
El precio dependerá del número de hijos que contraten la duración de la suscripción y la divisa con la que se pague.
Si tienes cualquier duda adicional, puedes ponerte en contacto con mis compañeras de atención a padres en [email protected]
¡Un saludo!