Rosa es farmacéutica en Banyoles y nos contesta amablemente sobre su hija Helena, una de esas niñas que apenas falla en su cita diaria online con Smartick. Todo un placer ponerle una historia a los datos que nos llegan de las sesiones de Helena porque, así como a nuestros alumnos y padres les gusta saber que detrás de Smartick hay todo un equipo motivado con nombres y caras, a nosotros nos encanta saber quién hay detrás de un avatar divertido que se conecta 15 minutos al día para comerse su plato diario de matemáticas, aporte nutricional mental que viene muy bien.
¿Cómo nos descubriste?
Descubrí Smartick a través de una madre de una amiga de mi hija. Yo no estaba buscando nada y con el simple hecho de escuchar a la madre decir que había un programa de matemáticas online y desde casa, ya me interesó enseguida. Me apunté el nombre en un papel, y enseguida hicimos los días de prueba y nos inscribimos para un año entero.
¿Es extraño en tu entorno inmediato, familia y amigos, dedicarle tiempo extra a algo como las matemáticas?
No, no ven nada raro que Helena haga matemáticas online.
Cómo consigues motivarla? Porque, aunque sabemos que Smartick es un entorno mucho más amable que los cuadernillos de Kumon, al final son matemáticas.
A Helena le gusta mucho el cálculo. Es buena en ello, aunque ha sido una niña que desde pequeña ha tenido problemas con la velocidad lectora y con el rendimiento general en la clase, pero las matemáticas le gustan aun no siendo brillante en ellas. Por eso pensé que sería bueno para ella.
Pero ¿Cómo consigues que lo haga al menos cuatro días por semana?
Tanto ella como yo hablamos a menudo de Smartick. Siempre le cuento que he recibido el mail con el resultado de la sesión. Si una sesión ha sido mala, la repasamos. Si es un día que no tiene ganas de trabajar, no me enfado. Le digo: “Pues vale, pero mañana sí que toca, mañana no te lo saltas, de acuerdo?” Intento que sea importante para ella, una cosa que no puede dejarse de hacer. Requiere paciencia, requiere estar con Helena y hablar con ella, y que te explique lo que piensa, preguntarle por sus dos amigas que también hacen Smartick….Helena es una niña que hace pocas extraescolares, solo una hora a la semana va a mecanografía y otra hora viene una profesora de inglés a casa, por eso también es fácil que encuentre el momento de practicar, esto creo que es importante. Que ella está tranquila en casa. Además, va a una escuela Montessori que no les ponen deberes, lo cual es ideal. Podemos leer y hacer Smartick, que es lo único que la escuela recomienda en casa, leer.
¿Cómo está evolucionado?
Yo creo que lentamente, no lo sé muy bien, tampoco soy maestra, pero si lo hiciera cada día sería la situación ideal.
¿Qué es lo que más le gusta a Helena? En este punto, es la niña la que contesta.
Lo que más me gusta es que al final de la sesión esté tu mundo virtual y puedes jugar a juegos, lo que me gusta menos es la sesión de lógica, no es muy divertido y a mí me gusta lo divertido. Algunas sesiones me han salido muy mal y me he enfadado mucho por lo difícil que era pero estoy mejorando mucho y esto es gracias a vosotros.
¿Conseguís tener una rutina?
No, no tenemos una hora fija diaria. Nos es difícil pues yo trabajo hasta las 8 de la tarde debajo de casa, en la farmacia, y hay días que puedo estar más con ella y otros que no. Siempre lo hace antes de la cena, eso seguro. Y los fines de semana cuando puede, mañana o tarde, da igual.
Para seguir aprendiendo:
- «Quise Smartick para reforzar los deberes del colegio»
- «Yo miro, oigo y callo. Hay que dejar que hagan solos Smartick»
- “Con Smartick, Gael entiende cosas que en el cole no entendía”
- “Smartick me ayuda con los deberes de mis hijos”
- «Smartick ayuda mucho a que les guste las matemáticas»
gracias a ustedes entiendo cosas que no entendia y aprendo muchas cosas mas